Hubo un tiempo para la política y el protocolo. Otro tiempo para hablar de la cooperación y de los negocios, para recibir agasajos y firmar declaraciones conjuntas con el presidente Javier Milei de cara al mundo. Pero hubo también un tiempo para celebrar el arte y la cultura de Italia. Con una inspirada gala coreográfica que rindió tributo a las más grandes figuras del cine italiano, la primera ministra de Italia Giorgia Meloni (presidente del Consejo de Ministros) fue homenajeada con motivo de su visita a la Argentina —la primera a Sudamérica—, con el espectáculo coreográfico “Luz. Cámara ¡Danza!” dirigido por el reconocido productor Daniele Cipriani, en una radiante tarde de primavera, este miércoles en el Teatro Coliseo de Buenos Aires.
Luego del caluroso recibimiento ofrecido por la colectividad italiana, presente desde horas tempranas de la tarde a la espera del arribo de la mandataria que ingresó a la sala acompañada por el jefe de Gobierno de la Ciudad Jorge Macri, y de las palabras de bienvenida ofrecidas por los anfitriones, el Cónsul general Carmelo Barbera y el embajador Fabrizio Lucentini, fueron entonados los himnos de ambos países a cargo de un ensamble de vientos de la Orquesta Académica del Teatro Colón dirigidos por Beatrice Venezi (recientemente nombrada primera directora invitada de la Orquesta Estable del Teatro Colón), entonados por Ivan Vega y por Virginia Guevara, para los himnos argentino e italiano respectivamente.
El embajador Lucentini recordó que la última vez que un presidente del Consejo de Ministros de Italia visitó la Argentina fue hace seis años. “Esta visita —recalcó el diplomático— se inserta en un rumbo iniciado a comienzos de este año con el primer viaje del presidente Milei a Italia, y el refuerzo de posteriores encuentros bilaterales, de modo que esta visita importantísima no es un punto de partida, no es un punto de arribo, es un rumbo que continuará”. Por otra parte, destacó la importancia del Teatro Coliseo por cuanto constituye “un símbolo de la fuerza de la presencia italiana en la Argentina. Un símbolo vivo y emocionante de cuán fuerte es nuestra relación bilateral”.
“Es grande la emoción que me regalan esta noche”, comenzó su emotivo discurso Giorgia Meloni con la voz de una mujer firme pero calma, de presencia carismática y figura elegante, completamente de negro con un sutil brillo haciendo honor a la gala.
“No hubiera podido concluir esta primera visita oficial a la Argentina, mi primera visita a América Latina, sin pasar un tiempo con ustedes en este magnífico teatro del que me recuerdan su importancia simbólica. Italia y la Argentina son naciones hermanas, naciones de una fraternidad que ha comenzado mucho antes de que ambos países ganaran sus respectivas independencias, una fraternidad construida desde el amor y el sacrificio de aquellos italianos que aún lejos de casa —dijo en referencia a los inmigrantes y descendientes muchos de ellos colmando la sala con afectuoso respeto—, nunca olvidaron sus orígenes ni sus tradiciones”.
Una frase de la mandataria despertó el aplauso de los asistentes, cuando evocó la expresión de uno de los héroes del Risorgimento: La patria del cuore. “La patria del cuore es una casa, un lugar que cualquiera puede abandonar con los pies, pero nunca con el corazón”.
En otro tramo de su mensaje apelando a las raíces, habló de la identidad: “La identidad al fin y al cabo no es un límite y este vínculo con su ‘casa’ (la Madre Patria) no los hizo más débiles sino más fuertes, no los aisló, sino que les dio un instrumento para integrarse mejor. Esa conexión entre ustedes, esa unión a través de la identidad, ha contribuido a acrecentar esta colectividad tal como han sabido hacerlo.”
Y concluyó con una promesa. “Hoy estoy aquí para decirles que vengo a reforzar los hilos de esta relación y que hemos hablado largamente de este tema con el presidente Milei, para que entre nuestros gobiernos reflejen esta fraternidad. Nuestros italianos e hijos de italianos en el mundo son la más extraordinaria red diplomática que jamás hayamos tenido. Y esta es una promesa que les hago: si en el pasado no se sintieron lo suficientemente apoyados o considerados por Italia ¡les prometo que eso no volverá a suceder! —dijo ante una ovación de pie— ¡Viva Italia, Viva la Argentina y viva nuestro vínculo de hermandad!”.
El acto contó con la presencia de autoridades nacionales, el ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona, y el secretario de Justicia, Sebastián Amerio; el diputado nacional del PRO Fernando Iglesias, presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Diputados, de estrechos vínculos con Italia. Por la Ciudad de Buenos Aires, el ministro de Seguridad Waldo Wolff y el secretario de Relaciones Internacionales, Fulvio Pompeo. El presidente de la Bolsa de Comercio Adelmo Gabbi, integrantes del cuerpo diplomático extranjero, el subsecretario de Relaciones Internacionales de la Legislatura porteña Pablo Garzonio, el diseñador de moda Gino Bogani, el empresario ítalo-argentino Cristiano Rattazzi, Marcos Bulgheroni y su esposa Nunzia Locatelli, asociaciones y miembros de la colectividad italiana.
Luz, Cámara, ¡Danza! – El Espectáculo
Bajo el sello de Daniele Cipriani, reconocido productor de espectáculos y director artístico de famosas galas coreográficas, tuvo lugar esta celebración de la cultura italiana en la que se dieron cita el cine, la música y el ballet convocando a grandes figuras de la danza italiana y mundial. Abrió el programa Alessandro Frola en dúo con Xue Lin en una poética evocación del film Muerte en Venecia, basado en la novela de Thomas Mann, homenajeando a Visconti a través del sublime Adagietto de Gustav Mahler con que se despide el protagonista (Dirk Bogarde). Luego, el turno de los homenajes a Fellini a cargo de Laura Farina y Francesco Della Valle; el de Sophia Loren y Alberto Sordi con una celebrada coreografía de fusión entre la danza española y el ballet clásico por el famoso bailarín de flamenco Sergio Bernal. El recuerdo de Ennio Morricone por la primera bailarina Emanuela Bianchini y Damiano Grifoni; y el de Nicola Piovani (que recientemente visitó el país para dirigir un concierto de música propia en el Teatro Colón) con el programa más conmovedor de la noche basado en la música de La vida es Bella y el famoso tema de Buongiorno Principessa por el destacado dúo de Simone Repete y Sasha Riva. Y finalmente el cierre dedicado a los Oscars italianos y un solo deslumbrante de Sergio Bernal para rendir tributo a Anna Magnani y Pier Paolo Pasolini con El Cisne de Saint-Saënt.
Una gala atravesada por el aura irrepetible del cine italiano, su música, su intensidad, su poesía y su nostalgia. Y dos conceptos fuertes de la esencia italiana que deja como huella Giorgia Meloni en su primera visita a la Argentina: la cultura y la identidad.
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