Por David Ferrara, fotos de prensa Provincial
Es una catarata de palabras y recuerdos, la voz disfónica de Quique Lancellotti se encarga de contar emociones, de repasar recuerdos y hechos que ligan su vida para siempre con Provincial. Hacía meses que la chispa se encendió, pero semanas en las que el fuego se avivó. Y su retorno se produjo se manera explosiva en los últimos días.
El entrenador cumple su sueño y el de muchos y asume la responsabilidad de conducir al equipo en la Liga Argentina en reemplazo de Iván Acosta, quien ahora continuará como asistente en el cuerpo técnico, que se mantiene.
“Este regreso es muy especial, porque es un club que tiene mucha historia para mí. Qué podría contar, que aquí dirigí 16 años, que mi viejo falleció en este club en una cancha de básquet, que mi hermano trabaja aquí acá desde los 16 años y hoy tiene 48, aquí conocí a mi mujer, mis hijos son socios desde que nacieron. Y como si eso no fuera mucho, a algunos de los jugadores que hoy están en el club los dirigí en su momento, como Adrián Boccia, Pablo Fernández o Matías Aristu”, repasa Quique, quien tras trabajar con éxitos en inferiores y primera partió para hacer una carrera formidable en Central y luego ya en Central de Ceres y Atlético Tostado.
“En Provincial tengo a mis amigos y también sé lo que es ponerme la camiseta porque representé al club en básquet y fútbol. Es algo muy especial, que siempre tenía en la cabeza y en el corazón pero que no se daba. Este era el momento de retornar ya con toda la experiencia acumulada”, repasó en un recuento repleto de emoción.
Lancellotti pudo seguir la campaña del Rojo con atención y contó lo que vio y qué se puede mejorar: “Es un equipo joven, con dos o tres chicos de experiencia. Tiene mucha dinámica, es espectacular, corre muchísimo, a tal punto que se bancó jugar en días consecutivos o día de por medio y siempre corría más que los rivales. Creo que hay que pulir detalles, que cada uno entienda mejor su rol y que se sientan cómodos, que entiendan que hay que tener paciencia porque a veces el partido es para uno y otras veces no”.
“Vi prácticamente todos los partidos y a veces hacen muy buenos juegos y no pudieron cerrarlo en los momentos decisivos. Es un equipo totalmente competitivo con un cuerpo técnico joven que venía haciendo las cosas muy bien y yo vengo a sumarme para darle esa cuota de experiencia a Iván, a Gonzálo, a Renzo, que trabajaron muy bien. Ojalá nos complementemos por el bien del club”, detalló Lancellotti, quien agradeció a los hombres clave para su llegada pero también se refirió a este inicio de trabajo: “Les agradezco a Pablo (Fernández) y a Marcelo (Bloch) que son dos personas que hicieron muchísimo para que yo esté acá. Hace mucho tiempo que me querían acá. Lo que hablamos con ellos para los primeros días es ponernos a estudiar la convivencia y ver el plantel de adentro y ya no por televisión. Vamos a ir puliendo las cosas, corregir detalles, pero sin cambiar mucho porque estamos a pocos días de un cuadrangular eliminatorio. Despacio iré poniendo mi impronta e iremos conociendo a todos. En la segunda parte del año ya buscaré la idea de equipo que quiero”.
Y Lancellotti resaltó la importancia de que permanezca el cuerpo técnico actual para acompañarlo: “Era muy importante que todos se queden, la idea es sumar. Consideramos que si bien el cuerpo técnico es muy joven hizo las cosas muy bien. Vienen de ganar un título en la Superliga que no es sencillo más allá de los jugadores que tengan, y en la Liga Argentina el equipo se acomodó después del arranque. Iván es un entrenador de gran futuro y queremos darle tranquilidad a él y al cuerpo técnico para que se desarrollen y seguramente en poco tiempo va a quedar a cargo del equipo solo o tener alguna posibilidad muy buena porque es un chico que estudia mucho, que es profesional. El mismo concepto para Gonzalo y Renzo”.
El tiempo, caudaloso e irremediable, lo llevó por otros caminos, pero el básquet trajo nuevamente a Quique a casa.