Por Franco Scala
El domingo fue un día de furia para Marco Ruben. El propio delantero dijo que “había sido el peor” de sus días en Central. El nueve jugó solamente el primer tiempo, le sacaron amarilla y Holan decidió reemplazarlo en el descanso.
“Hubo cosas que no me gustaron, estoy muy dolido. Pudo haber sido mi último partido en este club. No estaba hablado mi cambio en el entretiempo, tenía más ganas de jugar que nadie», declaró Ruben en los pasillos del Monumental.
La respuesta de Holan no se hizo esperar. El técnico argumentó el cambio de Ruben e incluso mostró cierto lamento en haberlo hecho.
“Lo lamento, yo no lo veo así. Le habían sacado amarilla (a Ruben) y, sobre todo, el cambio fue por el tipo de partido que estábamos jugando”, dijo el DT auriazul.
Con el correr de los días los ánimos se fueron calmando. Ruben entrenó de manera normal e incluso pidió disculpas por sus declaraciones. Las mismas fueron para sus compañeros y para Holan. El delantero ya está enfocado en su último partido en el Canalla. Será el sábado ante Belgrano en el Gigante con la posibilidad de despedirse definitivamente del hincha auriazul. Y porque no buscar un gol para acrecentar su marcar en el club que lo vio nacer.
Ruben ya tuvo una despedida. Fue en mayo de 2022. En aquella ocasión marcó el tanto del empate entre Central y Estudiantes. Después volvió a calzarse los botines para jugar en Deportivo Maldonado de Uruguay. Y este año, en junio, seducido por ser dirigido por Miguel Russo y con una posible vuelta de Ángel Di María (no ocurrió) decidió su last dance con la camiseta auriazul.
El sábado sí será su último partido. No solamente con la camiseta de Central, sino también como futbolista profesional. Ruben ya escribió su propia historia en el Canalla alcanzando más de 100 goles para quedar como el primero de todos. Pero le resta una página más por completar.