Gustavo Grobocopatel pone distancia del default de Los Grobo: «Hace años soy socio minoritario, no manejo operatoria»

Gustavo Grobocopatel, el empresario que da el nombre al grupo Los Grobo, se despegó este domingo del sorpresivo anuncio de default realizado por Los Grobo Agropecuaria, que genera preocupación entre los acreedores, señalando que «hace 8 años soy socio minoritario y estoy fuera de la operación de la empresa».

El shockeante anuncio de Los Grobo Agropecuaria, que no saldó un pagaré bursátil de US$ 100.000 que venció el 26 de diciembre, y ya avisó que correrán la misma suerte obligaciones hasta el 31 de marzo por un total de US$ 10 millones, mantiene en alerta rojo a todo el sector agrario, porque muchos temen que pueda generar un peligroso efecto dominó.

Así este domingo allegados a Grobocopatel salieron a aclarar que el reconocido empresario sojero «solo tiene el 5% y no tiene que ver con la operatoria de la empresa».

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Fuentes del fondo Victoria Capital Partners (VCP), el grupo inversor de capitales mayoritariamente estadounidenses y canadienses que controla Los Grobo (90%), se limitaron a señalar que la refinanciación para el agro entró en crisis «a partir del 28 de noviembre, luego de que Red Surcos, la otra gran empresa agropecuaria afectada, entró en default por no poder refinanciar también pagarés bursátiles».

Según VCP, eso activó una mayor desconfianza en un escenario ya de por sí golpeado por la baja de precios de los granos (la soja cayó de 600 a 300 dólares), los costos dolarizados y elevadas retenciones, un combo que redujo de manera drástuca los márgenes de rentabilidad de toda la cadena.

Los Grobo y su controlada Agrofina mantienen en vilo al sector agropecuario con su anuncio de default de pagarés bursátiles.

Representantes de Los Grobo indicaron que durante diciembre «fue complicándose cada vez más la renovación de vencimientos de corto plazo» y por eso prefirieron defaultear hasta la próxima cosecha, cuando volverán a ingresar fondos propios del agro, sin depender de financiamiento ajeno al sector.

«Iliquidez transitoria y negocios sanos»

Desde Victoria Capital señalaron que tanto los negocios de Los Grobo -abocada a la siembra y, cada vez más, a la comercialización de granos- como el de su controlada Agrofina –venta de insumos- «son sanos», es decir son empresas viables que incumplieron debido a una «iliquidez financiera transitoria».

Pero lo cierto es que al margen de las declaraciones, la decisión empresaria mantiene en vilo a toda la operatoria de los «pagarés bursátiles», una herramienta más sencilla que las Obligaciones Negociables (ON), reguladas por organismos de control como la Comisión Nacional de Valores (CNV). Y si Los Grobo se quejó de la escasez de esos papeles, es obvio que luego del incumplimiento de Los Grobo sean todavía más complicados de refinanciar.

La operatoria de los pagarés bursátiles, ya complicada, puede agravarse tras el anuncio de Los Grobo

En ese es escenario complicado, la CNV denunció públicamente a Red Surcos por la presunta comisión del delito de engaños a inversores. Los pagarés bursátiles surgieron en un momento en que eran una buena inversión para los financistas. Las empresas del agro, especialmente las que venden insumos, los utilizaron para financiar a los productores afectados por la sequía, como una manera de aliviar los abundantes stocks de insumos.

Pero ese mercado se achicó de 4.100 a 3.000 millones de dólares anuales, y explica parte de este presente complejo. Especialistas advierten que el mercado financiero está expresando, desde hace un mes, que «la macroeconomía argentina no está diseñada para que el campo sea rentable en este momento difícil y están redirigiendo la plata con la que antes financiaban al agro hacia otras inversiones».

El menor respaldo del sector agropecuario, que viene de años con malos resultados y ahora va camino a una cosecha abundante en volumen pero con precios pocos rentables, provocó esta crisis, mientras crece el temor de que esta crisis genere un efecto de arrastre que derive en más cesaciones de pago.

Si bien por ahora todo se canalizó a través de la CNV, el Gobierno sigue en detalle esta crisis y mantiene contactos con referentes claves del sector agropecuario para tratar de determinar hasta dónde llegan las dificultades.

NA/HB

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