Rebelión patagónica
Impulsada por la llegada de tres nuevos gobernadores, la región Patagonia cobró vigor a principios del 2024 y se convirtió en uno de los polos de resistencia a Javier Milei en el comienzo de su mandato. La misma está integrada por Sergio Ziliotto (La Pampa), Ignacio Torres (Chubut), Alberto Weretilneck (Río Negro), Rolando Figueroa (Neuquén), Claudio Vidal (Santa Cruz) y Gustavo Melella (Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur).
Si bien la unión entre los distritos era preexistente, incluso con el funcionamiento de un parlamento interprovincial, el espacio fue in crescendo al plantarse contra grandes temas que el Gobierno intentó tratar de manera exprés. De hecho, el chubutense «Nacho» Torres buscó ponerse al frente pero su intención fue mermando conforme encontró coincidencias con la Casa Rosada.
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La Liga Patagónica desafió a Javier Milei al principio de su mandato. Luego, perdió poder de fuego.
En un principio, la liga logró la proeza de ser la primera en meter mano en la ley Bases original, obligando a revisar el capítulo pesquero del megaproyecto y poniendo en jaque la intransigencia de Milei. Fue apenas el comienzo de una escalada mayor, que tuvo como eje al mandamás de Chubut, elevó la tensión al máximo, al punto de que los seis mandatarios amenazaron con «cerrar la llave» energética de sus provincias al resto del país.
La liga quedó constituida de manera oficial en una cumbre en Puerto Madryn a la que asistieron los seis líderes sureños. Sin embargo, el debate por la ley Bases y los intereses diversos en ítems como energía, hidrocarburos y RIGI, entre otros, propiciaron divisiones que desinflaron la fortaleza inicial de la alianza. A eso se le sumó, además, la diversidad de escuderías: Ziliotto y Mellela son de Unión por la Patria (UP), Torres del PRO y Figueroa, Weretilneck y Vidal responden a espacios provincialistas.
Con el paso del tiempo, la unidad se licuó y hoy apenas quedan vestigios de aquella rebelión.
Norte Grande y Región Litoral
Pionera entre las alianzas regionales en el país, el Norte Grande congrega a las 10 provincias del NEA y NOA. Aunque se fundó en 1999, comenzó a tener operatividad real casi una década después. En la actualidad, su presidente pro témpore es el santiagueño Gerardo Zamora. Si bien sus órganos se mantienen en funcionamiento, el bloque no termina de erigirse como un gran polo de poder frente al centralismo porteño y su salud depende de los vaivenes de la política.
En el primer año de Milei, los mandatarios animaron tres cumbres. A la primera de ellas, que tuvo lugar en Salta, asistió el hoy jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Luego, tuvieron un encuentro más en la Casa de La Rioja, ubicada en Capital Federal, y un último cónclave en Santiago del Estero, en el que participaron más de 400 empresarios, cámaras y miembros del sector privado de toda la región, entre ellos, miembros del BID, quienes presentaron su programa «Investment».
La dinámica de la alianza incluso encuentra mayor agilidad en su parlamento, donde son los vicegobernadores quienes tienen el protagonismo. En septiembre, tuvo lugar en Misiones la 52 sesión plenaria del Parlamento del Norte Grande. Desde allí surgen diversos reclamos a Nación, como por ejemplo el pedido para que la Casa Rosada reactive las obra pública paralizada, la contemplación de una «zona caliente» para crear una régimen tarifario especial en verano y los subsidios al transporte público, entre otros puntos.
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Los gobernadores que integran la Región Litoral.
De las entrañas de la alianza norteña surgió un desprendimiento: la Región Litoral, que nuclea a Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Santa Fe, Entre Ríos, Chaco y Formosa, y que también incorporará a Córdoba. La flamante liga fue oficializada a mediados de octubre en la capital santafesina y es presidida actualmente por el correntino Gustavo Valdés. En su acto fundacional, los mandamases denunciaron «sentirse solos» en referencia al abandono del Gobierno nacional en distintas atribuciones.
En su seno, además de Valdés, conviven los radicales Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Leandro Zdero (Chaco); Rogelio Frigerio (Entre Ríos), del PRO; Gildo Insfrán (Formosa), de Unión por la Patria; y el provincialista Hugo Passalacqua (Misiones). La admisión del peronista Martín Llaryora (Córdoba) ya fue aprobada, y se sumará el año próximo. Uno de los temas centrales del espacio es la Hidrovía Paraná – Paraguay, arteria por la que circula casi el 60% del país.
Dada su juventud, todavía es difícil decodificar el poder de fuego de la liga litoraleña, que en poco tiempo activó diversos frentes. A eso se le suma que el año que viene Corrientes elegirá nuevo gobernador y su actual mandatario, uno de los principales impulsores del bloque, dejará el mando.
Reclamos
Un apéndice de la liga litoraleña es la Región Centro, que conforman Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe desde hace 25 años. Este bloque volvió a tener protagonismo en el último año, a partir de la unción de Pullaro como su presidente pro témpore, al calor de la pulseada por fondos entre los distritos y Nación. En particular, el espacio mantiene un duro frente abierto por las deudas que el Gobierno mantiene con sus cajas previsionales.
Por su ubicación, la tríada nuclea a gran parte de la población del país así como también de la producción, siendo un importante polo agroindustrial. Por eso, sus integrantes trabajan mancomunados en distintos temas como seguridad, transporte, comercio y turismo. En noviembre pasado, por ejemplo, el bloque acordó solicitar la misma documentación vial en cada una de sus provincias.
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Los gobernadores Martín Llaryora, Maximiliano Pullaro y Rogelio Frigerio.
Aunque menor en volumen y en actividad, también figura en el tablero nacional la Región Cuyo, donde cohabitan Alfredo Cornejo (Mendoza), Marcelo Orrego (San Juan) y Claudio Poggi (San Luis). Este año, los tres mandatarios compartieron una foto juntos, al firmar un convenio para el combate contra el narcotráfico y el delito en la zona. Todos ellos formaron parte del extinto Juntos por el Cambio (JxC), aunque con procedencias distintas: mientras que Cornejo es radical, Poggi y Orrego provienen de experiencias provincialistas.
A los desafíos diarios de la coyuntura, el 2025 le sumará también las elecciones de medio término, que pondrán en eje el liderazgo de los gobernadores frente a la irrupción de La Libertad Avanza.