Utilizados en los conflictos permanentes en Medio Oriente y en la invasión de Rusia a Ucrania, los «enjambres» de esos dispositivos se tornaron una amenaza para dirigentes, mandos militares y posiciones estratégicas.
Para todo armamento de ataque militar que se invente o adapte existe una batería de medidas para contrarrestarlo. En el caso de la defensa existente para el ataque simultáneo de una brigada del aire de drones manejados a distancia, el antídoto es el sistema Leónidas.
Hace un año, el centro de estudios General Mosconi de la facultad de Ingeniería del Ejército, publicaba un artículo en la red donde explicaba que la solución para repeler los ataques de estos aparatos voladores utilizados en combates abiertos y en misiones en “terreno enemigo”, es la creación de un arma de pulso electromagnético que derribe estos artilugios que terminaron con la vida de varios combatientes en Medio Oriente y provocaron oleadas de ataques a instalaciones civiles y militares en diferentes conflictos alrededor del mundo.
Los drones son conocidos en jerga técnica militar con las siglas de UCAS (Unmanned Combat Aerial Systems). En recientes conflictos armados y, en especial en la invasión de Rusia a Ucrania, se aceleró el desarrollo de sistemas “Anti dron” (C – UAS), que proporcionen una solución eficiente para neutralizar estos disruptivos sistemas cada vez más presentes y letales.
En ese contexto, el presidente Javier Milei está pensando en proveer de equipos eficaces a las fuerzas de seguridad para repeler estas posibles amenazas y adoptó el secretismo para evitar una licitación.
Según el Boletín Oficial la adquisición del material la realizará con presupuesto de uno de sus ministerios autorizados para gastar: el de Seguridad de Patricia Bullrich, y la compra tendrá carácter «secreto».
En medio de este hermetismo se puede especular con posibles consultas a la compañía especializada en sistemas C-UAS, EPIRUS de los Estados Unidos que obtuvo un contrato del US Army por US$ 66 Millones para comenzar a fabricar las primeras unidades de su sistema C-UAS “Leonidas”, un Arma de Energía Dirigida (DEW) que emplea “Pulso electromagnético” (EMP-Electromagnetic Pulse) para derribar drones.
Otro sistema muy utilizado son los que implica la tecnología de láser. Pero en el caso del pulso electromagnético y a diferencia del Láser, puede dirigir su acción letal a un área determinada en el aire y neutralizar simultáneamente varias amenazas, lo que lo hace especialmente útil para el ataque de “enjambres” de drones.
La robótica posibilita la creación de esta posibilidad que es descripta por altos mandos militares como “aterradora” por la dificultad que llevaría repeler un ataque de esas características.
Un informe de septiembre de 2023 de la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) de Estados Unidos sobre evaluación y análisis de la ciencia y la tecnología puso el foco en las tecnologías de enjambres de drones.
“Las tecnologías de enjambre de drones coordinan al menos tres y hasta miles de drones para realizar misiones de forma cooperativa con una necesidad limitada de atención y control humanos”, según el informe.
Un video de Forces News, con sede en el Reino Unido, también demostró que la tecnología de enjambre también es aplicable a vehículos no aéreos.Podría atacarse con pequeños robots no tripulados que circulen por vía terrestre.
Fuente: NA