Data Clave
Hace unos días, Elon Musk –el hombre más rico del mundo– asumió como asesor estrella del gobierno de Donald Trump y declaró su amor por el presidente argentino Javier Milei. Durante el discurso de asunción, y como se mostró en medios de todo el mundo con idéntico rechazo, el gesto repetido de extender su brazo derecho de manera rígida no dejaba mucho margen de duda: era el saludo nazi que en Alemania, por caso, ni siquiera puede mostrarse sin ir contra la ley. Es que dentro de la miríada de gestualidades de saludo no hay modo de hacer precisamente ese por olvido, ignorancia o error, y menos repetirlo sin darse cuenta.
El hombre que ama al presidente argentino y que ahora tendrá rol de gobierno en el país más influyente del mundo es, o dice ser, como Trump y como Milei: un defensor de la familia tradicional y de una única dualidad de géneros. De los tres, el más ortodoxo parece el nuevo presidente estadounidense, que tiene hijos de dos matrimonios diferentes más allá de lo que podamos juzgar de su concepto de pareja, matrimonio y paternidad. Javier Milei viene de una familia cargada de violencia y soledad: ni él ni su hermana se casaron nunca ni tuvieron hijos –salvo a los perros a los que consideran como tales– y lo que él ha contado del vínculo filial es de profundo espanto.
Elon Musk tampoco viene de una familia muy formal ni logró formar una propia dentro de los cánones rígidos que parece defender y promover. Como Milei, padeció un padre cruelísimo y una madre que miraba impávida sin intervenir, hermanos que lo admiran y que viven bajo su sombra y a diferencia del presidente argentino, tiene alrededor de diez hijos –nunca se supo el número exacto– con los que también ejerce algunas medidas que lo alejan de un padre convencional y amoroso y lo acercan a su cruel padre multimillonario. Quizás también lo acercan a su abuelo materno, un hombre que supo construir una fortuna y que, sobre todo, fue un político nazi en Canadá primero, en Sudáfrica después.
El padre, Errol Musk, un hombre violento
Lejos del relato oficial que difunde Elon acerca de que construyó la fortuna más grande del mundo partiendo de la pobreza; lo cierto es que su padre Errol es un multimillonario propietario de empresas constructoras, de ingeniería minera y tres minas de esmeraldas en el corazón de Zambia, donde rige el trabajo esclavo o como diría la inefable Mafalda, “nadie amasa una fortuna sin hacer harina a los demás”.
Errol Graham Musk es ingeniero y también se dedicó a la política en Sudáfrica, donde nació en el seno de una familia formada por su madre Cora, inglesa de Liverpool y su padre Walter Henry James Musk, un sargento del ejército sudafricano que trabajó como criptógrafo en una unidad de inteligencia durante la Segunda Guerra Mundial.
Errol estudió en la escuela secundaria Clapham High, donde conoció a Maye Haldeman, con quien se casó en 1970 y en 1971 tuvo a su primer hijo, Elon Reeve Musk. Un año después Musk empezó a participar en política y fue elegido para integrar el Ayuntamiento de Pretoria como un independiente. Cuando en 1977 surgió el Partido Federal Progresista, que se oponía al apartheid imperante, Musk se enroló en sus filas y formó parte de la primera oposición oficial a un gobierno que cometió y luego fue condenado por delitos de lesa humanidad. Sin embargo en 1983 se separó del partido para apoyar la creación del Parlamento Tricameral (dividido entre blancos, de color e indios pero sin representación para los negros) y dio un giro a la derecha.
Para entonces llevaba tres años separada de Maye Haldeman y los tres hijos que tuvo con ella vivían con él. La mujer, años después y en un libro autobiográfico describió al hombre como un abusador y violento que en una ocasión, cuando estaban en medio del divorcio, intentó asesinarla a cuchilladas. Ya divorciados, litigaron por años por la tenencia de los hijos, sin que ella lograra un fallo a su favor. Musk volvió a casarse dos veces más. Con la última, a la que llevaba veinticinco años, tuvo dos hijos más; esta mujer a su vez era madre de una niña de cuatro años al momento del matrimonio con el millonario, Jana, que cuando llegó a la mayoría de edad desplazó a su madre y se convirtió en la nueva pareja de quien había sido su padrastro y tuvieron dos hijos más que fueron, de algún modo, hijos y hermanastros de su propia madre.
Por entonces, Errol declaraba a un medio que “tenía tanto dinero que no lograba cerrar las cajas fuertes”, pero el fuerte de las entrevistas llegó cuando su hijo Elon empezó a hacerse famoso. El padre intentó mejorar la imagen del muchacho contando, por ejemplo, que en una ocasión Elon dispató y mató en defensa propia a “unos cinco o seis tipos que estaban armados” y que habían entrado a su casa.
Elon, a su vez, dijo que su padre era un “ser humano terrible” y que “casi todas las cosas malvadas que puedas imaginar, él las hizo”. Errol le respondió, también mediáticamente, que “no sentía orgullo de su hijo”. En el último tiempo lo apoyó en el pedido de Elon de que el primer ministro británico renuncie, aunque también instó a la gente a que lo ignore.
La madre, Maye Haldeman, y sus padres nazis
Maye, que nació el 29 de abril de 1948 en Canadá, trabajó de modelo durante cincuenta años, escribe novelas, contó su historia en una autobiografía, y además es una influencer de dietas con miles de seguidores en las redes sociales. Como dijimos, con Errol Musk tuvo tres hijos que luego del divorcio prefirieron vivir con el padre y aunque ella luchó años por su tenencia, nunca la logró.
Proveniente de una familia canadiense, es la tercera hija de un matrimonio conformado por Joshua Haldeman y Josephine Fletcher, que tuvo un primer hijo, una segunda hija, y a Maye y a su hermana melliza en tercer lugar.
El padre de Maye, o sea, el abuelo materno de Elon, fue Joshua N. Haldeman, fue un notable quiropráctico, aviador y político que vivió en la pobreza luego del crack económico de 1930 y pudo reconstruírse como granjero, domador, camionero y que cuando logró cierta estabilidad económica se dedicó a la quiropraxia, una técnica médica no covencional que bregó por instalar en Canadá. Paralelamente, el abuelo de Elon empezó a participar políticamente.
Se postuló al parlamento canadiense en la lista del Partido de Crédito Social, y encabezó la rama canadiense del movimiento “Tecnocracia”. El partido de Crédito Social, conocido coloquialmente como los “Socreds”, y sus integrantes se ganaron una reputación de antisemitas. En 1945, su mayor referente, Solon Low, alegó que había una conspiración de banqueros judíos detrás de los problemas del mundo.
En 1947 el abuelo de Elon leyó extractos de Los protocolos de los sabios de Sion en el Parlamento, documento que desde 1920 se sabía falso pero que el propio Hitler usó para justificar el Holocausto. En el discurso Joshua dijo: “El plan que se describe en los Protocolos ha sido rápidamente desplegado en el momento de observación de esta generación”. El movimiento tecnócrata al que adhería sostenía que se tenía que gobernar a través de decisiones técnicas y científicas, en lugar de políticas. En 1940 fue detenido en Canadá por pertenecer a una organización ilegal que promovía ideas nazis y pagó 8mil dólares para salir.
A mediados de 1950 Joshua Haldeman y Josephine Fletcher se mudaron a Sudáfrica porque sintieron que con la institucionalización del apartheid era un lugar más grato para vivir. Cabe recordar que el método de segregación racial fue considerado, años después, como delito de lesa humanidad.
El abuelo también declaró en Sudáfrica que el apartheid estaba liderando a la “civilización blanca cristiana” contra “la conspiración internacional de banqueros judíos y su horda de gente de color”.
En 1951, escribió un artículo sobre Sudáfrica para el periódico Canadiense Regina Leader–Post en el cual hacía apología del Apartheid y declaró acerca de los negros sudafricanos: “Los nativos son muy primitivos y no deberían ser tomados en serio… Algunos son decentes para un trabajo rutinario, pero ni los mejores de ellos pueden asumir las responsabilidades y acabarán abusando de la autoridad. El gobierno actual de Sudáfrica sabe como encargarse de la cuestión de los nativos.”
Más tarde en su vida publicaría dos libros alegando la existencia de conspiraciones internacionales: «La Conspiración Internacional para establecer una dictadura mundial y la amenaza para Sudáfrica» y «La Conspiración Internacional en la salud», respectivamente. En el último presenta sospechas respecto a la fluoración del agua, las vacunas y los seguros de salud.
Murió en 1974 en un accidente de aviación. Según declaraciones de su propio yerno, el padre de Elon, Joshua Haldeman fue simpatizante y colaborador del partido nazi durante la Segunda Guerra.
Elon, el nieto pródigo
Nacido en Pretoria, cuando Elon llegó a la mayoría de edad migró de Sudáfrica a Canadá, tierra natal de su madre y sus abuelos Haldeman, y consiguió la ciudadanía. Si bien su abuelo murió cuando él tenía tres años, es evidente la admiración del nieto por su abuelo, con quien en numerosas notas se ha comparado por su espíritu emprendedor y resolutivo.
Mas allá de su carrera empresarial, en las últimas semanas el foco estuvo puesto en su propia familia. Incluso en la cena en la que se encontró con Milei –que quedó subyugado porque en ese mismo evento lo saludó Sylvester Stallone– Musk entró con uno de sus hijos, llamativamente, instalado a cococho sobre sus hombros. Aparentemente el motivo era usarlo a modo de escudo: nadie atentaría contra él si llevaba a su niño a upa. Eso lo hizo durante varios días, hasta que dejó de hacerlo, por ejemplo, durante el acto de asunción de Trump.
Elon tendría doce hijos en total, uno de ellos fallecido. Se casó por primera vez en el 2000 con Justine Wilson, una escritora canadiense a la que conoció en la universidad. Su primer hijo murió de muerte súbita del lactante cuando tenia diez semanas; luego, la pareja recurrió a la fertilización asistida y tuvo gemelos en 2004, a los que siguieron trillizos en 2006. La gemela mayor se declaró transgénero y en 2022 cambió su nombre a Vivian Jenna Wilson. Usó el apellido de su madre porque no quería que quede algún vestigio de asociación con su padre. Musk dejó de hablarle a su hija, a la que condenó a una suerte de destierro emocional y declaró que la transición de Vivian es producto de “la influencia de neomarxistas que tomaron el control de escuelas y universidades”.
En una entrevista que en 2024 le hizo Jordan Peterson para su podcast, Elon Musk dijo: “perdí a mi hijo, esencialmente, por la atención que se le da a la afirmación de género. Lo que llaman deadnaming es por una razón: porque tu hijo está muerto. Para mí, mi hijo está muerto”.
Vivian le respondió: dijo que su padre es un hombre frío, rápido para enojarse, indiferente y narcisista. Casi del mismo modo que Elon describió a su propio padre.
En 2008 y divorciado de Justine Wilson, se casó con Talulah Riley. Se divorciaron en 2012 y volvieron a casarse en 2014 para volver a divorciarse dos años después. Luego de algunos romances famosos, se puso en pareja con la cantante canadiense Grimes con quien tuvo un nuevo hijo. Al niño lo llamaron X AE A–12. En 2021 tuvieron un segundo hijo, una niña nacida por viente subrogado y a pesar de haberse separado en 2022, en 2023 tuvieron un tercer hijo. Elon, como su padre había hecho con él, litigó por la tenencia de los tres.
Paralelamente, tuvo gemelos en 2022 producto de fertilización asistida con una directora de Neurolinks, Shivon Zilis. En 2024 tuvo un tercer hijo con ella a través de una madre sustituta.
El concepto de familia tradicional que defiende Musk, del mismo modo que su amado presidente argentino Javier Milei, es un tanto incomprensible: ninguno de ellos viene del seno de una familia convencional, pero tampoco lograron formar una propia. Sin embargo, creen que el éxito de una sociedad se sostiene en tres conceptos básicos: Dios, Patria y Familia que ellos, paradójicamente, no parecen tener incorporados.