La Justicia provincial comenzó a investigar este viernes la muerte de un joven tras un partido de fútbol 5 en el barrio Saladillo. La denuncia llamó la atención, ya que la víctima se descompensó por un pelotazo en el pecho y el personal de guardia del hospital no consiguió salvar su vida.
El relato de lo ocurrido en la cancha de Arijón y Andes es inquietante porque se refiere a una acción de juego muy frecuente. Después del impacto en el tórax, Facundo Ramírez cayó al piso y empezó a sufrir convulsiones frente al resto de las personas que estaban en el complejo del barrio Saladillo.
Los testigos decidieron llevar a su compañero en un auto particular hasta el Hospital Roque Sáenz Peña, ubicado a poco más de 20 cuadras del lugar. El conductor llegó al nosocomio municipal alrededor de las 23 de este jueves. Entonces, los médicos actuaron de acuerdo al protocolo de reanimación cardiopulmonar (RCP), pero el deceso del paciente se decretó cerca de la medianoche.
¿Cómo fue la muerte del joven que recibió un pelotazo?
La subdirectora del efector, Lucrecia Benedetto, precisó que Ramírez no tenía signos vitales cuando lo atendieron. El personal utilizó maniobras avanzadas durante 45 minutos y no obtuvo resultados favorables.
La policía recibió aviso del fallecimiento después de las 0.30 del viernes. El primer reporte indica que la familia fue al hospital y quedó conmocionada ante la noticia de lo ocurrido tras el partido en Polifútbol.
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Ante las dudas sobre la causa del fallecimiento, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) solicitó la autopsia para esclarecer el episodio. El cuerpo fue trasladado al Instituto Médico Legal (IML) por orden de la fiscal Mariela Oliva.
En primera instancia no trascendieron testimonios ni reportes de enfermedades previas del joven. En el inicio de la investigación, la Agencia de Siniestralidad Vial y Homicidios Culposos comenzó a trabajar sobre la hipótesis de una muerte natural después de la denuncia.
La familia de Facundo Ramírez donó sus córneas
Al margen de la causa judicial, las autoridades del hospital anunciaron una ablación de córneas luego del deceso. El procedimiento se llevó a cabo con el visto bueno de la familia Ramírez y la notificación correspondiente al Centro Único de Donación, Ablación e Implante de Órganos (Cudaio).
El operativo policial en el nosocomio incluyó la intervención de la Brigada de Orden Urbano (BOU) durante la madrugada. A pesar de la conmoción, no se registraron incidentes ni disturbios.
Después de la cirugía para la donación de órganos, la policía se hizo cargo del traslado del cadáver al IML. En la inspección preliminar no detectaron lesiones externas que contradigan la hipótesis inicial sobre un partido de amigos con un final tan inusual como lamentable.