Panorama político. Milei es la estafa, se tiene que ir

Este artículo pertenece originalmente al periódico impreso Alternativa Socialista, publicado la semana pasada. Podes comprarlo en todos nuestros locales.

Por Cele Fierro y Luciana Echevarría

El ultraderechista Javier Milei llegó al poder planteando que era distinto, con una promesa de cambio radical “contra la casta” y con un plan económico para terminar con el déficit fiscal y la inflación.

Pero la relativa estabilidad que parecía consolidarse al finalizar su primer año de mandato, se vio profundamente golpeada en las últimas semanas. Dos hechos marcaron un punto de inflexión. Primero, la movilización del 1F -surgida como respuesta al discurso reaccionario y antiderechos de Milei en Davos- que fue un canal de expresión de diversos sectores que se oponen a las políticas del gobierno y volvió a mostrar que la calle es un lugar de resistencia y lucha. Segundo, la crisis provocada por la estafa de la criptomoneda $Libra, que cuestionó su credibilidad, puso en evidencia lo chanta que es y complicó la relación con su propia base social. Así se termina de desnudar que el gobierno es una completa estafa y con los estafadores solo puede hacerse una cosa: echarlos.

Eso no va a suceder solo presentando denuncias, como pretenden algunos sectores de oposición que son rápidos para hacer denuncias judiciales o pedir juicio político, pero muy lentos -al punto de una total inmovilidad- para convocar al pueblo a manifestarse. Es correcto pedir el juicio político, como también lo es pedir que se lo investigue y vaya preso, él y toda la banda de delincuentes que lo rodea. Pero es imposible creer que eso lo va a hacer el Congreso cómplice o la Justicia adicta. Si quedaba alguna duda, el Senado votando en contra de la creación de una comisión investigadora, la despeja por completo. Entre castas se cuidan y los mismos que votan la truchada de Ficha Limpia para lavarse la cara, protegen al estafador de turno.

Entonces, queda claro que solo con las y los trabajadores y el pueblo movilizados en las calles, vamos a lograr sacarnos de encima a este gobierno. Y para eso hay que convocar, llamando a la unidad y a la coordinación, a los diversos sectores que hoy dan batalla contra el gobierno por separado y aislados. Si eso aún no sucede, es por responsabilidad absoluta de los sindicalistas traidores que pactan con el gobierno y se reúnen con el FMI, mientras a las y los laburantes nos atacan y pretenden arrebatarnos
todos los derechos. Si queremos enfrentar de verdad a todo esto, es una necesidad imperiosa barrer a la burocracia y construir una nueva central de trabajadores, independiente, democrática y combativa.

Y si los rajamos a todos, ¿quién viene? Esa es una pregunta recurrente. Ni este gobierno de estafadores, ni todos los que antes ajustaron y defraudaron, allanando el camino a la ultraderecha, son una opción para los de abajo. Lo que tiene que venir es un gobierno de los trabajadores y la izquierda, con amplia democracia de base, directa, donde a los políticos ladrones los juzgue el pueblo y no ellos mismos, y donde los recursos fundamentales de nuestro país se pongan al servicio de las necesidades más urgentes y elementales de la población.

Milei, un estafador serial

Lo de $Libra lo evidenció, pero el tipo nos viene estafando hace rato. Para empezar, dijo que venía a ajustar a la casta y resulta que el ajuste lo pagamos las y los laburantes y el pueblo para seguir llenando los bolsillos de la casta más parásita, que son los empresarios y las grandes corporaciones. Para aplicar semejante plan de saqueo, cuenta con el apoyo y sostén de la casta política
más rancia de este país y usa los métodos más corruptos: coimas, prebendas, intercambio de favores. Todo con la guita del pueblo, bien de casta.

También dijo ser experto en “crecimiento económico con y sin dinero”, pero lo único que hace es hambrearnos. Como buen vendedor de humo le da rosca al famoso superávit fiscal, que no es otra cosa que un brutal recorte a las jubilaciones, la salud, la educación, los salarios y la asistencia social. Festeja además la supuesta inflación baja, aunque para las y los de abajo todo aumenta: las tarifas, los servicios, el alquiler, los útiles de las y los pibes. Y nos venden que el dólar no está atrasado sino que los precios están adelantados 1, mientras destina millones de nuestras reservas a plancharlo. En definitiva, todo el plan económico
no es más que una estafa.

Y, subido al tren de buscar aportantes para su campaña, promocionó en “X” la criptomoneda $Libra con la que los creadores se llevaron 100 millones de dólares y estafaron a 75 mil personas, generando el mayor robo de criptomonedas de la historia. Esta movida es una mamushka de estafas, la primera y más evidente es la que acabamos de contar, pero le siguen varias más: la de las coimas para acceder al presidente para que promocione el negocio, que tiene como protagonistas, nada más y nada menos, que a Karina Milei y Santiago Caputo, el “círculo de hierro”. Otra es que Milei, el supuesto experto al que le iban a dar el Nobel en economía, no pudo detectar la diferencia entre una estafa y un plan de inversiones. Y por último, y la más grave, es que este presidente quiso vendernos las bondades del capital financiero, promocionando la cripto como un “proyecto privado que se dedicará a incentivar el crecimiento de la economía argentina, fondeando pequeñas empresas y emprendimientos argentinos”.

Más falso que dólar rojo: el capital financiero está desligado de la producción real. No hay posibilidad de crecimiento con la timba financiera, sólo más miseria y recesión mientras un par de yankis avivados se la llevan toda y el entorno cercano del presidente se queda con el vuelto.

En un mismo lodo, todos manoseados

Después de aquel poco romántico 14 de febrero, salieron los amigos de Milei a intentar sacarlo del barro en el que se había metido y obviamente salieron manchados.

El primero, Joni Viale, representante del periodismo ensobrado, le hizo una entrevista patética a Milei dándole toda la ventaja para que se defendiera, a punto tal, que censuraron preguntas que le podían traer “un quilombo judicial”. El periodismo es otra cosa, estos son empleados del poder. Los grandes medios de comunicación, concentrados en manos de unos pocos grupos empresarios, son los encargados de repetir como un mantra la narrativa oficial del gobierno, maquillando las malas noticias e intentando ocultar la verdad.

También salieron los políticos tradicionales, la “oposición”, los dialoguistas y los socios. Todos los que durante este año de gobierno le votaron las leyes y le permitieron gobernar con facultades delegadas a este impresentable. Algunos dijeron que es ingenuo pero no estafador, otros que la corrupción K era peor que esto y eso es argumento para no hacer nada ahora, y el peronismo -que en este tiempo supo brindar la cantidad justa de traidores para que las votaciones pasen- ahora impulsa la necesidad del juicio político, lo cual estaría bien, solo que no convocan a llenar las calles para garantizarlo, única vía para imponerlo al no contar con los votos adentro.

Por eso, no hay que caer en esta nueva trampa de los que dicen ser oposición o el recambio y lo único que proponen para enfrentar al estafador y ultraderechista de Milei, es “votar bien” en las próximas elecciones. Pero sabemos que es ahora y es en
las calles.

Si febrero lo hizo tambalear, vamos por un marzo que lo derrote

A diferencia de otros momentos, la crisis que atraviesa el gobierno es profunda, aquí el golpe es en la credibilidad presidencial frente a su propia base social, la burguesía y el imperialismo. Pero esto no va a resolverse ni en la rosca parlamentaria, ni en la Justicia adicta. Como ya nos demostró el 1F, la movilización es la mejor forma de golpear a este gobierno. Al igual que el año pasado, los reveses más duros a Milei se los dimos en las calles, ahora que atraviesa un momento de alto cuestionamiento, es cuando más fuerte tenemos que salir a enfrentarlo y sólo con la unidad de acción en las calles, vamos a lograrlo. Es así, y no rosqueando, que nuestro pueblo echó a patadas a la dictadura genocida, puso en el banquillo de los acusados a los milicos asesinos, conquistó el matrimonio igualitario, el aborto legal y todos los derechos que tenemos.

Marzo nos da enormes oportunidades para hacer sentir nuestra fuerza: el ciclo lectivo inició con paros docentes, la salud está luchando, los trabajadores del Estado y privados pelean contra los despidos, hubo un 8 de marzo masivo y el 24 de marzo se plantea como una gran instancia de lucha nacional, por los derechos humanos de ayer y de hoy y contra el negacionismo de este gobierno de ultraderecha.

Ataque consciente a la memoria

En un informe2 del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) al cumplirse un año de gobierno, se plantea con claridad que el presidente, los distintos ministros y sus trolls en redes sociales, atacaron y desprestigiaron el proceso de memoria, verdad y justicia: “Primero hubo acciones discursivas, símbolos y avales para refundar la memoria oficial de la dictadura y disputar los sentidos sociales de rechazo al terrorismo de Estado. Luego, siguieron el desfinanciamiento, el cierre de líneas de trabajo, los despidos, el vaciamiento institucional e incluso la puesta en venta de sitios de memoria. No es posible escindir el nivel simbólico-discursivo de estos embates. Cada nivel abre camino y facilita el otro, por lo que se trata de un programa de cancelación de la memoria que el gobierno profundiza y percibe como políticamente productivo”.

Esa cancelación de la memoria implica un doble proceso: por un lado la reivindicación del terrorismo de Estado, sus métodos represivos de persecusión y exterminio, como así también su plan económico; y por el otro, el amedrentamiento a quienes salen a enfrentar al gobierno, instalando un régimen más autoritario y represivo.

Hoy, como ayer, el ajuste no pasa sin represión. La dictadura tuvo el objetivo de aniquilar una generación de militantes, activistas y luchadores, para poder instalar un plan económico servil al imperialismo. De la misma forma, hoy, Milei, tiene la tarea de derrotarnos para poder implementar los planes de la ultraderecha mundial, elegida ahora por las burguesías del mundo como la alternativa para resolver de una vez la crisis capitalista en su favor y hundirnos en la barbarie.

El resultado de esa pelea está abierto, podemos y debemos derrotarlos. Por eso la lucha por memoria, verdad y justicia no es abstracta o meramente histórica: reivindicar la memoria de las y los 30.000, la de nuestras compañeras y compañeros del PST asesinados y desaparecidos por la Triple A y la dictadura, exigir la restitución de nietas y nietos apropiados y pelear por la condena a los genocidas, es una tarea clave para ir contra este gobierno negacionista, progenocidio y dictadura.

24M con toda nuestra fuerza, en la calle y en unidad

El ataque es integral, contra todos los sectores y contra todos nuestros derechos, por eso no podemos menos que responder igual, de manera integral. Con todas y todos en las calles. No hay dudas de que necesitamos una acción unitaria y masiva. Y sabemos que existen diferencias entre los sectores que convocamos a movilizarnos el 24M; unirnos no significa negar esas diferencias.

Hay dos sectores bien claros, como mínimo: uno es el que se mantuvo independiente de todos los gobiernos: el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, integrado por organismos de derechos humanos, organizaciones sociales y políticas, del que somos parte desde el MST y el Centro de Abogadxs por los Derechos Humanos (CADHU). El Encuentro hizo suya la bandera de la defensa de los derechos humanos de ayer y de hoy, denunciando las políticas represivas y de ajuste de todos los gobiernos desde la vuelta a la democracia burguesa ultra limitada en la que vivimos. El otro sector es el de los organismos que acompañaron durante el kirchnerismo todas sus políticas sin cuestionamientos y que en las provincias se mantienen acríticos a los gobiernos peronistas que hoy en día son socios y cómplices del gobierno de Milei. Esa diferencia ha marcado los últimos años y no se va a borrar. De lo que sí estamos convencidos es de que eso no puede ser un impedimento para movilizarnos juntos contra el facho de Milei, como se debatió en el EMVJ construir un sistema de consignas y demandas para una convocatoria común, y que aparte, nuestro espacio tenga su propio documento, con opiniones sobre el pasado y el presente, para difundir de diferentes maneras.

Para nosotros reivindicar la memoria de nuestros 30.000 compañeros desaparecidos es luchar contra este gobierno ultraderechista, que es el rostro más nefasto de este capitalismo en decadencia. Es insistir en que son 30.000 y fue genocidio. Es continuar con la lucha de las Madres y Abuelas para impedir la impunidad de los genocidas y sus cómplices: la cárcel común, perpetua y efectiva es el único lugar para estos asesinos. Es reclamar la apertura -como dice nuestra querida Elía Espen- de “los archivos del ´74 al ´83”, para saber qué hicieron con nuestros compañeros desaparecidos y recuperar a todos los niños y niñas
apropiados.

Es también enfrentar todas las políticas represivas actuales, desde la Ley Antiterrorista al Protocolo de Bullrich, pasando por el gatillo fácil y la persecución a los sectores populares y pueblos originarios. Es exigir el no pago de la deuda externa que muestra el lazo de continuidad en la sumisión al imperialismo. Y dejar claro que para lograr esto hace falta la huelga general, denunciando a las centrales obreras (CGT y CTA) que se niegan a convocar y transan con el gobierno, visitan al Papa y se reúnen con el Fondo en vez de estar en la calle junto a los trabajadores, impulsando el paro general. Y es también insistir en que el mejor homenaje es construir el país que soñaron nuestros desaparecidos y no hay forma de hacerlo sin desarrollar una alternativa política independiente de todos los que ya gobernaron y siempre lo hicieron a favor de los mismos intereses, trayéndonos hasta donde estamos hoy.

Solo desde la izquierda podemos enfrentar a la ultraderecha.

Oportunidad y desafío para el FIT Unidad

La realidad va dejando cada vez más claro que la única alternativa política para el pueblo trabajador es la izquierda, y eso es
una responsabilidad enorme para el Frente de Izquierda Unidad.

Es un hecho evidente que Milei solo logra continuar en el gobierno por el apoyo del PRO, la UCR, el PJ y demás variantes de los partidos patronales. Gracias a ellos avanza sin tener mayoría en Diputados ni en el Senado, sin gobernar en ninguna provincia
ni dirigir ningún sindicato. Cada vez más gente llega a esta conclusión y comprende que esas direcciones son cómplices del ajuste, de la represión, de la entrega y de la sumisión al imperialismo y las corporaciones.

Esta realidad es la que nos pone a la izquierda ante la oportunidad gigantesca de aparecer como verdadera alternativa, pero para lograrlo no podemos continuar como hasta ahora. Tenemos que ser el sector que convoque de manera unitaria y masiva a enfrentar al gobierno en las calles, y a su vez ser quienes desde la izquierda, con nuestro programa anticapitalista y socialista, convoquemos a sectores de la izquierda social, independiente, a activistas obreros, referentes sociales, militantes de organizaciones de DDHH, de género, socioambientales, intelectuales, jóvenes, a ser parte de algo más grande, realmente democrático y que proponga medidas de fondo, anticapitalistas.

Desde hace semanas hicimos la propuesta en la mesa del FITU de convocar a un congreso, conferencia o encuentro abierto de nuestro frente, una gran instancia de participación militante, para organizar a miles y miles en todo el país. En estos años logramos la gran conquista de unir a la izquierda, ahora debemos superarnos, no podemos sólo actuar en el plano electoral, tenemos que hacerlo juntos en todos los espacios. No podemos permitirnos dejar pasar esta oportunidad.

La fuerza que podríamos tener en cada uno de los lugares en los que intervenimos, si lo hiciéramos de forma unitaria y colectiva, es incalculable. La inserción que podríamos tener en los distintos sectores, como así también la extensión geográfica, nos permitiría transformarnos en un verdadero movimiento político, donde tengamos libertad de tendencias, para poder dar todos y cada uno de los debates, y a su vez encarar de conjunto acciones específicas de cara a la realidad que vivimos y que necesita de la respuesta y las propuestas de la izquierda.

Es tiempo de izquierda

Nos toca ser protagonistas de un momento histórico. El capitalismo dejó atrás el “rostro más humano” del reformismo y hoy apuesta fuerte a la ultraderecha, que pretende llevarnos a la barbarie para multiplicar la explotación al servicio de sus ganancias. Esa es una de las caras de este mundo polarizado, la otra es un sector que lucha cada vez con más rabia y más fuerza. El desafío
enorme de nuestro polo es el de dotarse de una herramienta política que conduzca toda esa energía para derrotar a los explotadores y poner en pie un gobierno de las y los trabajadores y la izquierda, que dé pasos firmes hacia el socialismo. Nuestro compromiso más fuerte es hacer todos los esfuerzos necesarios para hacerlo realidad.

  1. Luis Caputo ministro de Economía de la Nación en una entrevista en LN+ “Es cierto que hay algunos
    precios que están adelantados, pero esto no quiere decir que el dólar está atrasado”
  2. https://cels.org.ar/anuarioultraderecha/memoria/

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