En medio del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona, el abogado Miguel Ángel Pierri defiende al coordinador de enfermeros Mariano Ariel Perroni, uno de los siete acusados en la causa. El reconocido letrado dijo a PERFIL que su cliente y los enfermeros «no son responsables» del fallecimiento del ídolo futbolístico. Además, calificó al proceso judicial como «el más importante en el mundo actualmente«, en referencia a la presión social y mediática que rodea al debate.
Perroni era el coordinador de «Medidom», empresa subcontratada por la prepaga Swiss Medical para aportar los enfermeros que debían monitorear la salud del «Diez» tras haber sido instalado en el country San Andrés, del partido bonaerense de Tigre, luego de la cirugía a la que debió someterse por un hematoma subdural. La intervención fue realizada por el neurocirujano Leopoldo Luque, otro de los imputados por la muerte del exfutbolista.
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Tanto Luque como Perroni son acusados por “homicidio con dolo eventual” junto a la psiquiatra Agustina Cosachov; el psicólogo Carlos Díaz; la doctora Nancy Forlini (coordinadora de Swiss Medical), el médico clínico Pedro Di Spagna, y el enfermero Ricardo Almirón. La octava acusada es la enfermera Gisella Dahiana Madrid, que será juzgada en un proceso distinto en julio próximo, a través de un juicio por jurados.
En diálogo con PERFIL, Pierri cuestionó la hipótesis que llevan adelante los fiscales Patricio Ferrari y Cosme Iribarren. «La teoría de la Fiscalía es que aquí hubo un acuerdo de varias personas por un plan sistemático para matar a Maradona. Todos nombran a un hombre en las sombras, que nadie quiere identificar pero todos saben de quién hablan, y quien supuestamente orquestó el plan con los otros siete para enriquecerse. Y si esa es la teoría del caso, este no es el juicio”.
El letrado comentó que el juicio que se desarrolla en el Tribunal N° 3 de San Isidro si podría «echar luz de la responsabilidad médica que habrían tenido Luque, Cosachov y Díaz y los pobres enfermeros que son empleados, asistentes, en lo que fue la muerte de Diego”. Y señaló: “Lo que está claro al día de hoy es que, según los resultados, él nunca tendría que haber dejado la clínica, donde podía recibir otros cuidados”.
Pierri recordó que cuando el entonces director técnico de Gimnasia de La Plata abandonó la Clínica Olivos tras la intervención quirúrgica, el 11 de noviembre de 2020 -dos semanas antes de morir-, el fallecido Dr. Alfredo Cahe -histórico médico de Diego- le comunicó su preocupación. «Me llamó y me dijo, ‘algún día los que decidieron la externación de Diego se van a tener que hace responsables de esta decisión’, así que Alfredo sabía lo que iba a pasar”, comentó.
Sobre la situación de su cliente, Pierri manifestó que la Fiscalía lo acusa de supuestamente completar una planilla en forma fraudulenta. «Lo que está claro que esa planilla no la firmó Perroni y tampoco se hizo una pericia para saber a quién correspondía”.
Y agregó: «Él es coordinador, una persona que pasa el nombre y apellido y qué labores cumplían los enfermeros de acuerdo a lo que le indican. No medica, no toma decisiones. Nunca conoció a Maradona, nunca estuvo en la casa; por lo tanto hablar de dolo con Perroni es medio irresponsable».
Para el abogado, el otro problema con respecto a la internación domiciliaria fue que cuando se externó al astro del fútbol, «nadie dio instrucciones precisas de cómo debería haber sido instalado o alojado en un lugar de características determinadas, con cierta aparatología». «Y así fue como Diego fue a parar a esa casa en Tigre, que no estaba equipada para recibirlo», explicó.
«Tanto es así que se quedó en un primer piso porque no podía trasladarse por sus propios medios. Es más, él se cayó de esa cama y se dio un golpe muy importante en la cabeza«, añadió.
La presión mediática del caso Maradona
“La causa tiene una pirámide de partida: la cúpula que sería Luque, Cosachov y Díaz, y habría una segunda línea donde están los enfermeros, un médico y mi cliente. Más aun los enfermeros y los coordinadores que para mí no tienen nada que ver. La prueba día a día va a demostrar que acá no hubo ningún plan”, planteó Pierri a este medio.
Con respecto a cómo vivía el exentrenador en el domicilio ubicado en el barrio privado, el abogado reveló: “Hubo un par de personas de seguridad que hasta bloqueaban la entrada a la habitación de Maradona, ya se va a saber eso”.
Consultado sobre si percibía que existe una presión social y mediática con respecto a la causa, el letrado sostuvo: “Es la causa judicial en el mundo más importante en este momento. Por lo tanto, espero que el tribunal tenga la suficiente independencia como para obrar con libertad y con criterio judicial”.
La autopsia determinó que Maradona murió a los 60 años a raíz de un «edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada» y descubrieron en su corazón una «miocardiopatía dilatada».
Los fiscales consideran que hubo «omisiones» que llevaron a Diego a una «situación de desamparo», librándolo «a su suerte». De esta forma, consideraron que los implicados no habrían tenido intención de matarlo, pero sí habrían sido conscientes de que su inacción podía llegar a ese desenlace.
En la última audiencia declararon dos médicos que lo atendieron en el día de su fallecimiento; Colin Campbell Irigoyen, vecino del country San Andrés, y Juan Carlos Pinto, médico de la empresa especializada en emergencias médicas +Vida, quien firmó el certificado de defunción. Durante su testimonio, resaltaron que «no había la aparatología suficiente para atender al paciente». El próximo martes se llevará a cabo la quinta audiencia en la que declararán nuevos testigos.
FP/ff