Luego de una mañana a pura rosca por la sesión que no fue, se realizó la sesión especial por el 49° aniversario de la dictadura cívico- eclesiástica-militar en la legislatura bonaerense.
La diputada Laura Cano (PTS-FITU) envió fuerzas y solidaridad al fotoperiodista Pablo Grillo y denunció la brutal represión comandada por Patricia Bullrich contra los jubilados y la persecución a la protesta: «Hay un diálogo permanente entre la impunidad de aquellos días y hoy. Lo que estamos viendo en estos días, la avanzada represiva del gobierno, confirma que el ajuste no pasa sin represión.”
Recordar un golpe de estado no es un mero ejercicio histórico. Con un gobierno nacional negacionista que es ferviente defensor de los grandes ricos del país, cobra mayor relevancia discutir el balance de lo que sucedió en aquellos años de terror. Despejar cuáles son los hilos de continuidad, y sacar las conclusiones que permitan construir una resistencia en el presente.
“Hablamos de genocidio de clase porque fue al servicio de los grandes grupos económicos, Acindar, Ledesma, Ford, Techint, entre otros. Un crimen de Estado, planificado para exterminar a un sector de la sociedad. El 54 % de las víctimas eran trabajadores, el 30 % eran estudiantes. En los predios de esas mismas empresas había centros clandestinos de detención y tortura” Así lo explicó la diputada y reafirmó: “Este gobierno quiere borrar esos lugares que hoy son sitios de memoria.”
Y continuó, “hoy seguimos peleando por la expropiación de la última casa de Rodolfo Walsh, la casita de adobe de San Vicente, que espera la media sanción del senado para ser expropiada y utilizada como sitio de memoria.”
La legisladora también repudió el nuevo endeudamiento que impulsó Milei con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el cual sucedió plagado de irregularidades y de manera inconstitucional mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU). Mientras tanto, afuera del recinto del Congreso Nacional se intentaba instalar un virtual estado de sitio, cercenando libertades democráticas elementales. Una persecución que tuvo el objetivo de instalar el miedo y mostrar control de la calle al FMI. Pero Bullrich no pudo evitar una plaza llena con miles de manifestantes apoyando a los jubilados contra las jubilaciones de hambre, el fin de la moratoria y el ajuste.
En su intervención la diputada explicó: “Desde la última dictadura en este país el problema es el Fondo Monetario Internacional. Como dijo en estos días mi compañero Nicolás del Caño, 23 pactos se han hecho con el Fondo Monetario, ninguno de ellos benefició a la clase trabajadora, sino todo lo contrario: más dependencia , más pobreza y más endeudamiento. La dictadura fue el período de mayor crecimiento de la deuda argentina”, sentenciando que “el FMI financió el golpe de clase».
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Por su parte, la oposición peronista se pronunció en defensa de la Memoria, la Verdad y la Justicia. Sin embargo hay que decir que quienes hoy dicen defender la memoria y las peleas que han dado incansablemente los organismos de derechos humanos, ayer, siendo parte de gobiernos del pasado se han negado a abrir los archivos del Estado. Hoy, siendo oposición están borrados de las calles ocupados con sus internas.
Otros que brillan por su ausencia son las conducciones sindicales. La CGT y la CTA siguen dándole tiempo a Milei, sin organizar la bronca que crece por abajo. Cada vez son más los sectores que se suman a las movilizaciones, a los cacerolazos, y la simpatía con la lucha de las y los jubilados crece.
Este 24 de Marzo tenemos que ser cientos de miles en las calles. Porque aunque no le guste a Bullrich, las calles son nuestras.
¡Son 30 mil!. ¡Fue genocidio!
¡Fuerza Pablo Grillo!