El Banco Central continuó vendiendo reservas. Este viernes la autoridad monetaria vendió U$S196 millones, y en las últimas seis jornadas dilapidó U$S1.204 millones. Las reservas del BCRA bajaron en el año U$S2.981 millones.
Caputo y Milei imploran al Fondo por la llegada de dólares. Si bien el Gobierno logró la aprobación del DNU en el Congreso para cerrar un acuerdo con el FMI, la sangría de reservas no se detuvo. Las incógnitas alrededor de la letra chica del pacto como el monto, la fecha de llegada de los fondos y el nivel del tipo de cambio provoca una incertidumbre en los “mercados” que buscan dolarizarse para evitar una devaluación.
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En tanto, las cotizaciones paralelas aumentaron. El dólar blue subió a $1.280 para la venta, por lo cual la brecha se ubicó en el 19,5%, el MEP cotizó a $1.290,87 (brecha con el oficial 20,5%), y el dólar Contado con Liquidación (CCL) se ofreció a $1.290,83 (brecha con el oficial se ubica en el 20,5%). El Riesgo País subió a 769 puntos este viernes.
Especialistas advierten que las turbulencias cambiarias pueden indicar que es el fin del carry trade, es decir de la bicicleta financiera. Los inversores desarman posiciones en pesos y se dolarizan. Podría terminar la fiesta financiera garantizada por Luis Caputo para que ganen unos pocos. Los dólares del FMI podrían venir a cubrir esa salida de billetes verdes. De ser así, una vez más Caputo toma deuda para salvar a los especuladores mientras la hipoteca queda para las mayorías populares. Las penas son de nosotros…
Tensión por la letra chica del acuerdo con el Fondo
El FMI debatirá la semana que viene el nuevo préstamo para el país durante una reunión informal entre el staff y el Directorio, según publicó la agencia Bloomberg. Sobre el monto hay distintas versiones, la citada agencia habla de un desembolso de U$S 20.000 millones, pero hay consultoras que estiman U$S 8.000 millones. La reunión del Directorio para aprobar el desembolso se espera para abril.
Según trascendió en los medios hay una tensión entre el Gobierno y el Fondo por el tipo de cambio. El FMI quiere que el país no dilapide reservas para sostener el dólar sino que se priorice el pago de la deuda. Ya tuvieron una experiencia similar con el actual ministro de Economía durante el macrismo, y Caputo dejó su cargo a pedido del organismo.
El Fondo exige una devaluación y quiere saber cuándo y cómo se realizará una vez que se apruebe el acuerdo. El organismo quiere que se abandone crawling peg (minidevaluaciones), el dólar blend (cotización especial para los exportadores) y pretende que haya una flotación cambiaria. El Gobierno se resiste a tocar el tipo de cambio en un año electoral porque tendrá un impacto en los precios como sucedió luego de la megadevaluación de Caputo en diciembre de 2023.
El golpe devaluatorio es un golpe a los ingresos del pueblo trabajador por la vía inflacionaria, se profundizaría el deterioro de los últimos años. El resultado final de toda devaluación es una transferencia de ingresos desde quienes viven de sus salarios u otro tipo de ingresos no indexados por inflación hacia el capital más concentrado.
Nada bueno vendrá de la mano del Fondo para el pueblo trabajador, un pacto que incluirá más ajuste y contrarreformas. La gran movilización de jubiladas y jubilados el pasado miércoles con el apoyo de trabajadores, estudiantes, organizaciones sociales, muestra que hay malestar y bronca con el ajuste en curso de Milei y Caputo. Es necesario rechazar el acuerdo con el FMI y movilizarse por el desconocimiento soberano de la deuda.
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