La estrategia de Caputo ante mayores expectativas de devaluación y sangría de reservas

Ante la presión cambiaria y la baja de reservas del Banco Central, el Ministerio de Economía decidió colocar bonos vinculados al tipo de cambio oficial, que protegen a los inversores frente a una posible devaluación.

Estos instrumentos estarán disponibles en la licitación de deuda en pesos prevista para este jueves, donde el Gobierno debe afrontar vencimientos por 9,2 billones de pesos, de los cuales dos tercios están en manos de privados. La novedad es la inclusión de bonos atados al dólar oficial con vencimiento a corto plazo.

Nueva licitación: por qué es clave la decisión adoptada por Luis Caputo

Un desarme de posiciones en pesos podría aumentar la presión sobre las reservas del BCRA y sobre los tipos de cambio paralelos. La autoridad monetaria acumuló siete jornadas consecutivas con saldo vendedor en el mercado, totalizando u$s1.313 millones. Se trata de la peor racha desde mediados de 2023, cuando vendió u$s3.133 millones en 14 ruedas seguidas.

En marzo, las ventas oficiales en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) ya suman u$s689 millones. Si esta tendencia continúa, rompería la racha de siete meses consecutivos con saldo positivo. Además, las reservas internacionales brutas bajaron u$s185 millones, quedando en u$s26.441 millones, el nivel más bajo desde julio de 2024.

La Secretaría de Finanzas, liderada por Pablo Quirno, anunció que en la licitación del 27 de marzo se ofrecerán Letras del Tesoro Capitalizables (Lecap) con vencimientos el 28 de abril, 30 de mayo y 31 de julio de 2025. También se emitirán bonos dólar linked, con vencimientos el 30 de junio de 2025 y el 16 de enero de 2026, lo que marca un mensaje en medio de la incertidumbre cambiaria y las expectativas sobre un posible cambio en el esquema devaluatorio ligado al acuerdo con el FMI. Por otro lado, se subastarán Bonos del Tesoro ajustados por CER (inflación) con vencimientos en octubre de 2025 y marzo de 2027.

La consultora 1816 advirtió que el pago de los $9,2 billones en vencimientos llega en un momento complicado, ya que el Ministerio de Economía «venía teniendo dificultades para que el mercado compre títulos largos«. Según su análisis, «en las últimas tres subastas, las Lecap de menos de 60 días explicaron cerca del 50% del monto adjudicado».

Además, señalaron que «una cosa interesante que ocurrió esta semana fue que la caída de los títulos en pesos a tasa fija se combinó con mucha compra de bonos dólar linked», lo que indica que «el mercado no tiene dudas sobre el riesgo de crédito del soberano, sino sobre el régimen cambiario».

«El foco de los inversores sigue concentrado en los eventuales cambios en el régimen monetario y cambiario, dado que se coincide en que cualquier estrategia debería apuntar principalmente a acumular reservas a fin de brindar sustentabilidad al exitoso plan económico», explicó el economista Gustavo Ber.

La volatilidad cambiaria y las expectativas del mercado

Desde la consultora económica 1816 señalaron que la dinámica financiera mostró una mejora tras la aprobación del DNU en Diputados y luego de que los inversores lograran procesar mejor las noticias recientes. A pesar de que los precios del Contado con Liquidación (CCL) y los contratos de futuros del dólar aún se encuentran elevados, los valores retrocedieron desde los picos intradiarios.

Los analistas de la consultora explicaron que la raíz de esta inestabilidad reside en la incertidumbre sobre la continuidad del «crawl» del 1% mensual. En varias oportunidades, el ministro de Economía, Luis Caputo, evitó confirmar que esta estrategia se mantendrá, lo que generó dudas en el mercado. En los últimos meses, esta tasa de ajuste había incentivado a los inversores a realizar operaciones de carry trade, facilitando al BCRA la compra de dólares en el mercado oficial. Sin embargo, cuando las expectativas cambiaron, los operadores comenzaron a desarmar estas posiciones, lo que generó presiones sobre la cotización de la divisa.

Desde 1816 explicaron que las crecientes dudas sobre el futuro del tipo de cambio oficial, sumadas a los constantes rumores sobre la posible instauración de bandas de intervención, llevaron a que muchos actores del mercado desarmaran sus estrategias de carry trade. No se trata de un pronóstico de devaluación abrupta, sino de una mayor cautela ante la pérdida de certeza sobre la rentabilidad de las inversiones en pesos en relación con el dólar oficial. A pesar de este escenario, la información disponible hasta ahora muestra que los préstamos bancarios en dólares no han sufrido un desarme significativo en los últimos días, lo que podría indicar que el mercado aún está en fase de evaluación.

Para la consultora, otro factor determinante ha sido la evolución de las tasas implícitas en los contratos de futuros de Rofex. En pocos días, estas pasaron a superar ampliamente las tasas de las Letras del Tesoro (Lecap) con vencimientos comparables. Hasta hace poco, la rentabilidad estaba del lado de vender dólares oficiales y posicionarse en instrumentos en pesos, pero ahora la estrategia más conveniente es la inversa: vender títulos en pesos, comprar dólares oficiales y vender contratos de futuros. Este cambio en la dinámica del mercado ha forzado al BCRA a convertirse en vendedor neto en el mercado de cambios.

Mientras tanto, el mercado se mantiene a la espera de definiciones claras sobre la política cambiaria. En este contexto, la consultora plantea tres posibles escenarios: la intervención del Gobierno en los futuros del dólar para restaurar los incentivos a la liquidación, un compromiso explícito de las autoridades para sostener el esquema de ajuste del tipo de cambio o la implementación anticipada del nuevo régimen cambiario. Aunque la liquidación estacional del sector agroexportador podría contribuir a aliviar la presión sobre las reservas, queda por verse si será suficiente para compensar el impacto de la reciente volatilidad en el mercado.

Los analistas de 1816 concluyeron que, hasta que no haya certezas sobre el rumbo económico, la tensión en el mercado financiero persistirá. En este contexto, los inversores deben mantenerse atentos a las señales que emita el Gobierno y a la evolución de las negociaciones con el FMI para evaluar el camino a seguir en los próximos meses.

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