El médico Mario Alejandro Schiter declaró este martes en el juicio que se le sigue a los integrantes del equipo interdisciplinario que trató a Diego Maradona en los días previos a su muerte, en noviembre de 2020. En su opinión, la internación domiciliaria del Diez en una casa del Tigre fue una maniobra «arriesgada» dado su historial de salud.
«Para mí tendría que haber ido a un centro de rehabilitación«, convino Schiter al declarar ante el TOC 3 de San Isidro en la novena audiencia contra el cirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov y otros cinco profesionales de la Salud que trataron a Diego Maradona en Tigre.
«A mí me dijeron que diga lo que pensaba», recordó Schiter en referencia a la consulta que le hicieron desde la Clínica Olivos una vez que Diego Maradona había sido operado por Luque de un hematoma subdural.
«Cuando hice la propuesta se hizo un cuarto intermedio y a la vuelta me comunicaron la decisión: que se iba a optar por una internación domiciliaria. Le llamaron así. Yo dije que ningún problema, pero me puse a disposición«, relató.
De hecho, Schiter fue convocado por Claudia Villafañe para ser veedor en la autopsia que se le realizó al cuerpo de Diego Maradona en 2020.
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Gentileza Revista Paparazzi
Schiter fue el médico que trató a Diego Maradona en el año 2000 y lo acompañó a Cuba para su rehabilitación tras el episodio cardíaco que sufrió en enero de 2000. En ese entonces, «el riesgo de mortalidad era muchísimo más grande» que en noviembre de 2020, pero el resultado fue distinto por el seguimiento que tuvo.
«Cuando un paciente está de alta hospitalaria, no necesariamente está de alta médica. Por el hematoma subdural no había nada más que hacer, pero por su situación médica sí«, explicó Schiter.
Por eso, «el centro de rehabilitación era un centro más protegido para él», según el médico. «De la salida de un sanatorio de alta complejidad, llevarlo a la casa, me parecía al menos arriesgado», señaló ante los jueces del TOC 3 de San Isidro.
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Schiter también reconoció que le «hubiera gustado» hablar con Leopoldo Luque para «transmitirle la experiencia personal» de tener a Diego Maradona de paciente, tal como en su momento lo hiciera con él el doctor Alfredo Cahe, que fue el médico de cabecera del Diez durante décadas y lo aconsejó antes de viajar a Cuba.
Lo que es más, Schiter también notó la falta de «aparatología cardíaca» en la casa de Tigre donde estaba internado el Diez para su proceso post operatorio y reconoció que él «hubiera optado por equipar el sitio como una unidad cardiológica con la aparatología mínima que se requiere».
«Yo hubiera pedido un electrocardiógrafo, equipo para hacerle análisis de laboratorio, un saturómetro, un monitor las primeras horas, la asistencia de oxígeno y equipo de ventilación no invasiva», detalló el médico.
«Hubiera replicado lo que esperaba que me brinde un centro de rehabilitación en el centro que se elija. Él no era un paciente sencillo de manejar», convino Schiter, informado «por el conocimiento de haberlo tratado directo en el peor momento de su vida, porque el riesgo de mortalidad era muchísimo más grande en ese momento».
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