Central está nuevamente de cara a un partido de local y, como siempre, el deseo de mantener en alto ese bastión que supo conseguir. Hasta aquí lleva una eficacia del ciento por ciento y no querrá perderla contra Instituto. Es que un triunfo alimentaría no sólo eso, sino que le daría la cima de la clasificación al Canalla.
Como en los tiempos de Miguel Ángel Russo, este Central de Holan supo hacer del Gigante de Arroyito una verdadera fortaleza, con la diferencia de que se le tomó por costumbre no resignar puntos.
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El partido contra Lanús fue el que marcó el debut de Central como local en el torneo. Lo ganó 2-1.
Marcelo Bustamante / La Capital
Le queda Instituto y en un par de semanas Independiente, en el cierre de la fase de grupos. Ese último pinta para ser una prueba de fuego, pero para eso falta. Primero está la Gloria.
El Canalla disputó cinco de los 13 partidos en su cancha y siempre dejó el campo de juego abrazado a la victoria, lo que -a todas luces- es el elemento más potente que demostró.
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Ignacio Malcorra y Gaspar Duarte festejan uno de los tantos de Central en la victoria ante Atlético Tucumán.
Celina Mutti Lovera / La Capital
Central les tiró la chapa
Ya les tiró la chapa de la localía a Lanús (2-1), Atlético Tucumán (3-1), Sarmiento de Junín (1-0), Gimnasia y Esgrima La Plata (2-1) y Vélez (2-1). Fueron 15 de 15, en el marco de un andar superefectivo.
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Agustín Sández fue el héroe en el triunfo de Central frente a Sarmiento. El Canalla venía de ganar el clásico.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Y todo lo bueno que pueda hacer ahora contra Instituto y después frente a Independiente le servirá como antesala de esos partidos en instancias eliminatorias.
En el Gigante, Central ya demostró que es cosa seria. Este domingo por la noche tendrá la chance y la obligación de refrendarlo.
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Sebastián Ferreira lo grita con alma y vida frente a Gimnasia. El paraguayo la empujó al gol de pecho.
Celina Mutti Lovera / La Capital