El libro Hipnocracia, que creció muy fuerte en ventas y cosechó comentarios elogiosos del mundo de la filosofía y la política, tenía un supuesto autor chino, tambíén citado y elogiado, que no existía. Finalmente se hizo cargo del texto un filósofo italiano, que además reconoció que escribió en colaboración la IA
El filósofo italiano Andrea Colamedici escribió en colaboración con la IA un libro que terminó siendo tendencia en Europa. Uno de los datos curiosos fue que no etiquetó el contenido como creado por Inteligencia artificial, tal como se exige en la Unión Europea. Por el contrario, hizo figurar como autor a un inexistente filósofo chino, Jianwei Xun.
El libro, «Hipnocracia, Trump, Musk y la nueva arquitectura de la realidad», que fue citado en artículos académicos, debatido en conferencias internacionales y traducido al inglés, francés y español, fue publicado en Amazon y cosechó elogiosos comentarios, entre ellos la calificación de “libro del año”.
Sin embargo, cuando fue descubierta la maniobra de Colamedici, los mismos sitios que lo habían catalogado de “esclarecido” lo borraron de un plumazo, como si el contenido, por ser escrito en colaboración con la IA, ya no fuera todo lo seductor y sugerente que resultaba antes.
El tema que abarca la obra es la influencia del poder, ya no en las mentes y cuerpos de las personas, sino en las conciencias. “La hipnocracia es el primer régimen que opera directamente sobre la conciencia”, es la primera frase del libro. Y agrega: “No controla los cuerpos. No reprime los pensamientos. Más bien, induce un estado alterado de conciencia”.
Colamedici, traductor del libro al italiano, admitió en una entrevista con La Nación que su objetivo fue crear un «metaexperimento»: una demostración práctica de los mismos procesos que la obra analiza. «No fue un engaño, sino una performance artística y filosófica para exponer los riesgos de la inteligencia artificial», aclaró.
La web que presentaba a Jianwei Xun —un «filósofo experto en teoría crítica»— ya fue modificada, pero aún conserva un contacto para entrevistas. «Revelarlo todo desde el inicio hubiera arruinado el experimento. La ‘hipnocracia’ necesitaba encarnar aquello que denuncia», explicó.
¿Un libro escrito por IA? No exactamente
Colamedici no usó la IA como mera herramienta, sino como un interlocutor activo. «‘Hipnocracia’ no fue escrito por la IA, sino a través de un diálogo entre inteligencias artificiales y humanas», detalló. En ese intercambio, las ideas dejaron de ser atribuibles a uno u otro: surgieron de un espacio intermedio, desdibujando los límites tradicionales de la autoría.
«Comprendí que no bastaba con escribir sobre la manipulación digital; el libro mismo debía ser esa manipulación», reflexionó. Así, el proyecto se convirtió en una exploración concreta del poder narrativo en la era algorítmica.
La cocreación filosófica como territorio fértil
Para Colamedici, la colaboración con la IA es productiva cuando se acepta la disonancia entre ambas inteligencias. «Xun no es un autor ficticio, sino una entidad filosófica nacida de esa interacción. Un ‘campo de resonancia’ que trasciende a sus componentes», definió.
El experimento no anula la autoría, sino que la redefine: asistimos a una transformación en cómo atribuimos valor a las ideas. «No se trata de que ‘no importe quién dijo qué’, sino de entender las nuevas configuraciones de autoridad intelectual».