El número uno de Delfina Brea no fue producto de su victoria en el P1 de Tarragona, donde volvió a vencer a la dupla española de Ariana Sánchez y Paula Josemaría y, junto a la también hispana Gemma Triay, pegó el salto a la cima del ranking. Ese logro se empezó a gestar mucho antes, en la época en la que soñaba con dedicarle su vida a la paleta y, a sus 17, se animó a cruzar el océano Atlántico. Todo lo que vino después, siendo este el punto más alto de su carrera deportiva, fue consecuencia del sacrificio y del trabajo de esta porteña de 25 años que no se deja obnubilar por el dinero ni la fama, como le comentó a Olé. Mientras disfruta de unas merecidas vacaciones bajo el sol ibérico, Delfi marcó que, sin importar lo que indique el ranking, “soy la número uno de mi propia vida”.
-¿Te estás tomando las cosas con naturalidad? ¿Sos la misma Delfi que hace dos días?
-Sí, y al revés, más tranquila todavía. Estoy respirando más profundo, con mucha más tranquilidad y con más paz.
-¿Te pesaba el objetivo de llegar a la punta del ranking?
-No mucho. No siento que haya sido algo que me pesó, pero sí fue algo que en su momento me preocupó y lo tuve presente en mi día a día. Me decía “tengo que esforzarme para hacer esto, porque quiero ser número uno”; lo tenía tan presente que terminó siendo algo recurrente en lo que pensaba, pero hace un tiempo, uno o dos años, lo dejé ir. Todas las semanas publican el ranking y no lo miro. No me fijo a cuántos puntos estoy, mi pareja tampoco. Es algo que suele pasar, cuando estás ahí arriba sabés que si jugás bien vas a subir, y si no, bajar. Ya no es una obsesión, para nada.
El festejo de Gemma Triay y Delfina Brea tras consagrarse campeonas del P1 de Tarragona.
-¿Vos y Gemma están en la misma página o hay alguna que se dé más manija?
-En términos de ansiedad, creo yo soy mucho más ansiosa, ja. Es normal, porque ella estuvo mucho tiempo como número uno y esto lo sintió como estar de vuelta. Ya estuvo con tres compañeras diferentes, es una tipa que está acostumbrada a todo lo que trae esto. Yo mucho menos, y creo que eso es lo que me generaba más ansiedad, pero siento que ya pasó y lo vivo con naturalidad. Queda mucho año y muchas cosas por cumplir, todavía me falta ser número uno individual, terminar el año como número uno, que es algo muy importante, y ahí sí creo que sería el festejo total.
-Ya estás pensando en revalidar…
-Totalmente. Lo que conseguimos ahora es algo que, si en el próximo torneo perdemos y las otras ganan, nos lo pueden sacar nuevamente. Obviamente que fue algo increíble haberles podido arrebatar ese número uno, sin importar el tiempo que dure, que ojalá sea mucho, pero es algo que en cualquier momento lo podemos perder y todavía estamos muy justas.
Delfina Brea está cuarta en el ranking individual, pero primera entre las parejas.
-¿Cómo es el detrás de escena de la rivalidad con Sánchez y Josémaría, las ex N° 1? ¿Ya lo viven como un clásico?
–Sí, es un partido diferente. Una es zurda y la otra es diestra, que no se da mucho en el circuito, y tienen estilos de juego que no encontrás en otras parejas, lo cual las hace complicadas. Hasta que no jugás contra ellas no te habituás a ese ritmo, entonces a esos cruces vamos muy preparadas. Vemos los partidos, discutimos las claves entre nosotras… Es un duelo que se nos está dando muy bien, creo que le vamos agarrando la mano.
-Aunque estabas bien acompañada en Tarragona, imagino que hubo alguna llamada especial con la familia post logro.
-Viajaron un par de familiares: mi tío, mi mamá, mi hermana y dos amigas. Apenas salí de ahí, cuando nos fuimos del estadio, metí videollamada en el grupo familiar. Todos saltando, festejando en el lugar del mundo en el que estaban, ja. Fue una felicidad absoluta, creo que toda mi familia sabe lo que representa esto para mí. Fueron tantos años, además de toda la repercusión que está teniendo en el país y del interés que hay por escuchar la historia de una persona normal que hizo todos los esfuerzos, con una familia que la acompañó en cada cosa que tuvo que hacer para estar donde está hoy. Tuve mucha suerte, hubo muchas casualidades que supe aprovechar, tuve que trabajar… Creo que este es un premio a tanto trabajo. Podría no haberse dado, porque muchas veces trabajás muchísimo para algo y no se termina concretando, así que es una alegría que se haya dado así.
Delfina Brea y Gemma Triay tuvieron mucha banca en Tarragona. (IG)
-Todo ese recorrido, desde tu viaje a Europa siendo muy chica hasta llegar a la cima del pádel, ¿se te pasó por la cabeza una vez terminado el partido?
-Sí. A veces uno corre, piensa “ahora estoy un poco mejor, me mudo, puedo conseguir tal o cual cosa”, pero son las pequeñas cosas las que te van llevando a lugares. Hay que parar un poco y plantearse dónde se está, lo que se consiguió, la suerte que se tuvo. Creo que eso fue lo que me puso muy en contexto en mi vida. Así no hubiese llegado el #1, para mí ya soy número uno de mi propia vida. Todos los días trabajo, entreno y pienso como una número uno. Después, el número es algo que es necesario para la cabeza del deportista, pero no me hacía falta en mi vida personal.
-¿Qué cambia con ese número uno? ¿La forma en la que te percibe el resto?
-Cambia la historia del deporte. Haber destronado a las que estaban, poner mi nombre en los libros, me parece que esas son las cosas que quedan. Es cierto que las jugadoras te ven con otro número, y no es lo mismo, pero donde se ve qué número tiene cada una es en los partidos. Al margen de eso, mi día a día no cambia. No es que tirás la casa por la ventana, te vas a no sé dónde, a no sé qué; al revés, estoy en mi casa y voy a pasar las vacaciones con mis perras. Mi tranquilidad no estaba en juego.
-¿Y ese mismo día no se tiró ni un poquito la casa por la ventana?
-Más o menos, ja. Después de ahí nos fuimos a cenar y a dormir temprano, porque teníamos que volver en auto de Barcelona y son cinco horitas y pico. Tampoco podíamos estar con mucha resaca… Pero es lo que te dije, creo que el festejo de verdad va a ser cuando nos quedemos con el número uno del año o cuando esté número uno individualmente. Ahí sí va a ser bueno.
Los festejos de Delfina Brea y sus amigas tras haber conseguido el #1 del ranking. (IG)
-Alguna vez dijiste que, cuando te sumaste al circuito, lo más difícil fue mantenerte. ¿Se te viene un desafío igual de chivo?
–Sí, mantener la punta va a ser mucho más difícil. Si te fijás, hay una diferencia muy grande de las primeras tres hacia abajo: no bajan de semifinales, finales, campeonatos. El nivel está muy alto, entonces cada torneo te obliga a reiniciar y empezar de vuelta porque tenés que llegar arriba. Si no, bajás.
-Cuando llegás tan alto, debe ser difícil encontrar nuevas motivaciones…
–Es como la Selección, que apunta a ser campeona del mundo dos veces. Es la filosofía con la que vivimos y por lo que nos despertamos todos los días. El día que pierda eso va a ser el día que no tenga más motivación ni pasión para seguir jugando. Al final, no soy una persona a la que le motive la fama o la plata, que sí que te da muy buenas cosas, pero si lo que está alrededor no acompaña no sirve de nada. Me gusta disfrutar de las pequeñas cosas.
Delfina Brea conforma la pareja N° 1 del ranking femenino de pádel. (IG)
-Con el receso que se viene, vas a tener tiempo para hacerlo.
-Sí, desconexión total. Sacando por las entrevistas, que es lo que más ocupada me mantiene, estoy completamente apagada y con el cartelito de vacaciones. No quiero hacer nada por una semanita por lo menos, ja.
-¿La familia y los perros son parte de eso? Se dice que sos fana de las mascotas…
-Súper fan, tengo dos perritas que se llaman Melba y Sopa. Son dos boxers preciosísimas, una negra y otra blanca de absoluta casualidad. De ninguna manera queríamos pagar por un perro, así que tardamos mucho en encontrarlas a las dos.
-¿Con qué dupla te quedás, Delfi-Gemma o Melba-Sopa?
–¡Melba-Sopa! Me voy a la guerra con estas dos.
El ranking femenino
El ranking con Delfi arriba.
Mirá también
Tapia y Coello ganan el clásico contra Chingotto y Galán en la final del Pádel P1 de Tarragona
Mirá también
El llamativo like de Franco Colapinto tras el GP de Hungría… ¿un mensaje para Alpine?
Mirá también
Informe Malvinas: cómo se juega al fútbol en las Islas y, exclusivo con Olé, qué piensa el DT de su selección sobre un virtual amistoso ante Argentina
Mirá también