Martín Zuppi (Stellantis)
El CEO de Stellantis Argentina advirtió que la industria automotriz mundial atraviesa “una modificación muy importante” y que el país no puede quedarse al margen. “Argentina está dentro de los 30 países que producen más de 500.000 autos por año. Nosotros somos parte de esta transformación y tenemos que involucrarnos”, sostuvo. Para el ejecutivo, el desafío es colectivo: “Toda la cadena de valor tiene que estar involucrada y, claramente, el gobierno también, para que ayude a que esta transformación suceda”. Según Zuppi, la incorporación de nuevas tecnologías y la inversión son urgentes: “Si logramos proyectar esa tecnología, podemos sostenernos 70 años más”.
El directivo advirtió sobre el riesgo de perder competitividad frente a países como China: “El gran problema es que nos va a superar muchísimo en lo que tiene que ver con desarrollo de productos”. En cuanto al contexto local, destacó que la industria argentina “produce vehículos con calidad mundial” y que las condiciones macro actuales permiten trabajar “de forma más fluida y natural”, superando obstáculos recientes como la falta de crédito o las trabas a las importaciones. Zuppi recordó que más del 60% de la producción nacional se exporta, por lo que resulta clave abrir nuevos mercados y clientes. “Tenemos que estar abiertos al cambio, adaptables y propensos a la inversión para colocar nuestros productos en el mundo”, afirmó. Su mensaje final fue un llamado a la acción: “Si no nos subimos ahora a la nueva industria automotriz, otros lo van a hacer y nos vamos a quedar afuera. El momento es este”.
Pablo Sibilla (Renault Argentina)
El CEO de Renault Argentina, reconoció que la salida de su socio industrial y la reestructuración global de Nissan obligaron a la firma a reordenar su calendario productivo: “decidimos anticipar el cierre de la producción para finales de octubre”, dijo, y estimó que el ajuste afectará a 350 operarios, dejando un plantel en torno a 1100 hasta que arranque el nuevo proyecto. El ejecutivo defendió que la compañía trabaja “de forma muy estrecha” con el sindicato para acompañar a los empleados que dejarán la planta durante este año y el 2026 de transición hacia el nuevo proyecto y describió la hoja de ruta industrial: “lo que estamos haciendo es adoptar una estrategia industrial, no de comercialización, donde en el mediano plazo vamos a fabricar solamente vehículos utilitarios. Nuestra estimación es que con Kangoo y la nueva pick up en 2027 vamos a estar en torno a los 80.000 autos por año. Y la expectativa es exportar entre el 50% y el 60% de ese volumen”. Sibilla proyectó que los dos turnos “full” se darían a partir de 2027, tras un 2026 de transición y readecuación industrial.
Sibilla cerró con una metáfora que resume el cambio que está experimentando Renault, pero también toda la industria automotriz argentina que está virando hacia un perfil productivo de vehículos utilitarios: “para llegar a la otra orilla hay que cruzar el río, para cruzar el río hay que mojarse, no hay otra forma”.
Marcellus Puig (Volkswagen Argentina)
El directivo de la firma alemana puso en relieve la necesidad de certidumbre para definir inversiones claves en el país y repasó el estado de proyectos vinculados a la nueva Amarok y a la planta de Córdoba. “La inversión es 150 millones para una plataforma nueva que estamos definiendo. Puede tener motorización a diesel, puede tener motorización híbrida y puede tener motorización hasta eléctrica”, explicó Puig, y aclaró que la opción híbrida “está en estudio”, pero todavía no es un anuncio formal. Sobre Córdoba, Puig destacó que la fábrica de cajas de cambio mantiene su vocación de proveedor de componentes: “La vocación, el corazón de la fábrica de Córdoba es de una fábrica de componentes”. Confirmó que la planta seguirá produciendo cajas manuales “hasta 2029” y que evalúan la viabilidad técnica y económica para pasar a cajas automáticas, en negociación con proveedores como la japonesa Aisin y con la casa matriz en Brasil.
El ejecutivo pidió además medidas que atenúen la carga impositiva y valoró el diálogo con Economía, señalando que “1/4 de un auto exportado sigue siendo una carga tributaria”. En lo comercial, detalló que la producción de Amarok este año rondará los 60.000 vehículos y reafirmó plazos clave para lo que viene: “La puesta en producción de la pickup nueva es 2027”. Puig cerró con tono prudente pero positivo: “estoy optimista”, dijo, aunque advirtió que las definiciones dependen del cierre del business case y del contexto macro.
Ricardo Cardozo (Iveco Argentina)
El presidente de Iveco Argentina habló de la coyuntura nacional y también brindó detalles de la noticia que se conoció esta semana: la adquisición de IVECO Group, a nivel global, por parte del gigante de India Tata Motors. En ese sentido remarcó que hay un compromiso de que no pueden alterarse los programas y proyectos productivos, industriales y comerciales al menos por los próximos dos años. Al mismo tiempo insistió en que la compra de Iveco por parte de Tata responde a una lógica del holding indio de tener mayor presencia en mercados donde no estaba operando fuerte, como son los países de Europa y América Latina. “Con esta compra hay mucho complemente de producto, pero también de territorio”.
Sobre el mercado doméstico Cardozo dijo que “el año, para todo lo que es camiones o vehículos comerciales, es un muy buen” y subrayó que, al comparar semestres, “el crecimiento es muy fuerte, casi de 100%”. Sobre los motores de la recuperación, señaló que tres sectores explican la demanda: “el agro, todo lo que es petróleo y minería”, y añadió que esos “tres motores garantizan que el año que viene estemos en un buen mercado”. En ese marco, enfatizó la importancia del financiamiento: “Si hay crédito a tasas razonables, el mercado se desarrolla”. En materia productiva, Cardozo anunció que presentaron “los tres nuevos motores a gas” y que estarán disponibles a partir de septiembre; además afirmó que “el plan de producción este año es exactamente el doble del año pasado. Exactamente el doble.” El directivo pidió previsibilidad y reglas claras para que la industria pueda sostener la recuperación.
Daniel Herrero (Mercedes Benz Argentina)
En el marco del foro automotriz en Córdoba, el CEO de Prestige Argentina, sociedad que controla Mercedes-Benz Argentina, defendió la apuesta de la compañía por la producción local y la sostenibilidad del negocio en el largo plazo. “Estamos acá para para producir más autos, mejores autos, defender la marca, defender las fuentes de trabajo, e incorporar nuevas tecnologías y abarcar valores de ese lugar.”
Herrero subrayó la decisión comercial de la firma: fijar precios en pesos para anclar la referencia local. “¿Por qué? Porque creemos que el peso tiene que ser la referencia.” Según explicó, la competitividad depende hoy menos del tipo de cambio que de la presión tributaria y de la articulación público-privada.
Sobre la carga impositiva advirtió que es un problema estructural: “El componente impositivo en cada unidad que produce la industria automotriz es mucho mayor que cualquier país de la región” y reclamó soluciones para créditos fiscales acumulados: “Si uno suma los créditos fiscales que tiene toda la industria automotriz, son más de 1.000 millones de dólares.”
Herrero también alertó sobre la competencia global: “China hoy tiene un mercado de 15 millones, está fabricando más de 30 millones y tiene una capacidad de producción de 40”, por lo que pidió mecanismos que nivelen condiciones (aranceles diferenciales frente a productos subsidiados). Cerró insistiendo en la receta de la casa: más volumen y mayor integración tecnológica. “La sustentabilidad en el mundo te la da el volumen.”