Las obras imprescindibles de David Lynch
Cabeza borradora (Eraserhead, 1977)
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Jack Nance protagonizó el debut cinematográfico de Lynch.
La película que comenzó todo: en Eraserhead, el director realiza un relato errático sobre la paternidad frente a un mundo moribundo. El filme se destaca por su tinte grotesco, donde todos los personajes de la película parecen ansiosos, los lugares parecen todos iguales y, en el centro de todo, un padre contempla el horror de traer a un niño al repulsivo mundo moderno.
Lynch utiliza una paleta de colores en blanco y negro, combinada con una fotografía sombría y una puesta en escena minimalista, para evocar una sensación de claustrofobia y desorientación. Estos factores contribuyen a la creación de una atmósfera única, mostrando de manera explícita el estilo del cineasta.
Asimismo, la obra adquirió la carátula de culto, y es considerada como uno de los registros fílmicos más influyentes y vanguardistas del cine independiente, abriendo el camino para la carrera de Lynch y su exploración continua de los aspectos oscuros de la psique humana.
Mulholland Drive (2001)
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Naomi Watts y Laura Harring comandan el aclamado filme.
Una de sus películas más reconocidas es Mulholland Drive, donde se capta con precisión cómo se siente David Lynch respecto del estado decadente de Hollywood y del sueño americano, presentando inicialmente a Los Ángeles como una tierra cálida que acoge a cualquiera que tenga la suerte de abrazar el estrellato.
En la segunda mitad del filme, el director propone un contraste, donde se puede observar a los mismos personajes en un estado de desesperación, con sus sueños destrozados y anhelando cosas que nunca sucederán.
La trama sigue a una mujer amnésica (interpretada por Laura Harring) que es encontrada tras un accidente de tráfico en la famosa carretera de Mulholland Drive, en Los Ángeles. Junto a ella, una joven aspirante a actriz llamada Betty Elms (Naomi Watts) intenta desentrañar el misterio de su identidad mientras se enfrenta a las complejidades de la vida en Hollywood. Sin embargo, a medida que avanza la historia, la realidad se distorsiona y las fronteras entre el sueño y la vigilia se desdibujan.
Además de su compleja historia, la película destaca por sus deslumbrantes visuales que se integran a la atmósfera de misterio y tensión constante. Sumado a eso, la banda sonora de Angelo Badalamenti contribuye aún más a ese clima que propone el aclamado thriller.
El hombre elefante (The Elephant Man, 1980)
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La obra estuvo nominada a ocho premios Oscar.
En la que se trata de su película mejor calificada, Lynch aporta una genuina sensibilidad a la impactante historia real de Joseph Merrick, un hombre severamente desfigurado que es considerado un fenómeno de feria y que intenta encajar en una sociedad que lo rechaza una y otra vez.
El autor da en el clavo al tratar la historia con una sincera simplicidad en lugar de caer en un enfoque convencional y melodramático que sólo dañaría aún más la imagen del protagonista, que lo único que quiere es que lo vean como un rostro más entre la multitud.
La cinta obtuvo ocho nominaciones al Oscar, incluida una a Mejor Director. Hay paciencia en el drama mientras Lynch explora cómo Merrick interactúa con el mundo que lo rodea, en lugar de recurrir al sufrimiento ininterrumpido. Por supuesto, su historia es triste y poderosamente emotiva, pero Lynch no busca solo el impacto emocional: cuando Merrick está en su forma más vulnerable, quiere que el público esté en su lugar.
Carretera perdida (Lost Highway, 1997)
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Patricia Arquette y Bill Pullman estuvieron bajo las órdenes de Lynch en Lost Highway.
En Lost Highway, Lynch fusiona el cine de suspenso, el thriller psicológico y lo surrealista para crear una narrativa fragmentada que desafía la lógica convencional. A medida que la película avanza, las fronteras entre la identidad, el tiempo y la realidad se desdibujan, creando una atmósfera de angustia existencial.
La trama sigue a Fred Madison (Bill Pullman), quien está acusado de asesinar a su esposa Renee (Patricia Arquette), lo que lo lleva a una espiral de confusión y paranoia. Posteriormente, el argumento toma un giro inesperado cuando Fred, después de ser arrestado, se transforma misteriosamente en un joven mecánico llamado Pete (Balthazar Getty), quien lleva una vida completamente diferente y tiene una conexión con la misma mujer, Renee, pero en un contexto distinto.
Lynch no ofrece instrucciones ni indicaciones para comprender el misterio de Lost Highway, lo que hace que el público se sienta exactamente como el desconcertante personaje principal cuando se da cuenta de que podría no ser quien cree que es. Toda la narrativa está impulsada por la desorientación, y la presencia del Hombre Misterioso, uno de los antagonistas más desconcertantes de Lynch, garantiza que aumentará la tensión.
Terciopelo azul (Blue Velvet, 1986)
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Isabella Rossellini protagoniza el thriller de Lynch.
Blue Velvet comienza con una secuencia que consiste en un hermoso jardín de rosas, niños caminando alegremente hacia la escuela y un día soleado, para luego pasar de repente a la tragedia: muerte y suciedad. En unos segundos, David Lynch establece la atmósfera de Blue Velvet y transmite el mensaje principal de la película: detrás de una fachada dulce y hermosa se esconde una realidad inquietante.
Lo que distingue a Blue Velvet es su exploración de la dualidad entre la apariencia superficial de la vida suburbana y las pasiones oscuras y pervertidas que se ocultan debajo de ella. Lynch utiliza la estética del cine noir y el melodrama, pero la lleva a territorios más perturbadores, tocando temas como el abuso, el deseo, la corrupción y la violencia.
Twin Peaks (1990)
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El crimen de Laura Palmer azota al pueblo de Twin Peaks en la serie de Lynch.
Además de sus películas, Lynch es responsable de crear una de las series más aclamadas en la historia: Twin Peaks. Estrenada en 1990, rápidamente se convirtió en un fenómeno de culto. La trama gira en torno al asesinato de Laura Palmer, una joven estudiante de secundaria, en el pequeño y aparentemente pacífico pueblo de Twin Peaks, ubicado en el norte del estado de Washington.
La serie combina elementos de thriller policial con lo surrealista y lo sobrenatural, característicos del estilo único de Lynch. La presencia de lo extraño y lo inquietante se manifiesta a través de personajes excéntricos, sueños perturbadores y simbolismos que desestabilizan las fronteras entre lo real y lo imaginario.
El show consistió de dos temporadas en un primer momento, a la que le siguió una película titulada «Twin Peaks: Fire Walk with Me», también dirigida por Lynch, donde se relata la última semana de vida de Palmer. Por último, la serie regresó en 2017 con una tercera temporada, en lo que fue uno de los últimos trabajos del consagrado cineasta.