Roberto Gasparini tiene un lugar guardado a fuego en la historia de Central, donde consagró campeón en la inolvidable temporada 86/87. También en la del fútbol de Córdoba ya que jugó en varios equipos de la ciudad, el Pato se prestó para una extensa nota donde no dejó tema sin tocar.
El Pato Gasparini recordó su llegada a Central y el título del campeonato 1986/87. Habló de su relación con Omar Palma y Edgardo Bauza, y hasta se animó a contar que en un momento se enojó porque no jugaba y que quiso irse de Central, incluso afectado por un problema familiar. Además se sacó el casete y dio su opinión sobre los torneos en el fútbol argentino y sobre las Sociedades Anónimas Deportivas.
Estos son los temas que abordó Gasparini, quien respondió a cada pregunta con lujo de detalles y contó algunas historias poco conocidas hasta el momento. Una charla para disfrutar.
La llegada a Central y la tragedia familiar
«Llegué a Central proveniente de Racing de Córdoba y muchas veces coincidíamos en Buenos Aires con el plantel de Central que también se hospedaba en el Hotel Savoy. Siempre, tanto el escribano Víctor Vesco como Don Ángel Zof me decían que me iban a llevar al club. En 1985 me fui a jugar a Junior de Barranquilla, pero volví a Racing, ya que mi papá y mi hermano fallecieron ahogados en un accidente. Ahí jugué solo un mes y medio, porque luego estuve tres meses lesionado».
«En mayo de 1986 los dirigentes me dijeron de venir al club. Central estaba en esos momentos sin jugar por la restructuración de los campeonatos, pero no me importó como tampoco que venía de jugar en Primera B, ya que es un equipo grande y era importante para mi participar en este equipo».
La adaptación y la relación de Fossati con su hijo
«La adaptación fue buena. Cuando llegué solo había siete jugadores, entre ellos Alfredo Killer y el arquero Jorge Fossati. Como me estaba recuperando de una lesión trabajaba con el fisioterapeuta. Todos los jugadores estaban a préstamo en otros clubes. Cuando llegaron me fui acoplando en el equipo. Al principio jugué tres partidos en reserva para tomar ritmo y luego ya participé en primera».
«El plantel campeón del torneo 1986/87 se armó con la base del equipo que ascendió a primera en 1985, más seis o siete refuerzos que incrementaron el potencial que tenía el equipo, siempre respetando el estilo de juego y el buen juego que pregonaba Don Ángel. Era un grupo homogéneo de buena gente. Yo concentraba con el Pichi Escudero, pero tenía buena relación con todos. Con el Patón Bauza había estado en Junior de Barranquilla y luego él volvió a Independiente y yo a Racing de Córdoba. Luego nos volvimos a juntar en Central».
«Siempre tuve afinidad con todos los compañeros. Pedro Argota y Juan José Urruti jugaron conmigo en Racing de Córdoba. El Flaco Fossati se acercó desde el primer día y yo no lo conocía. Siempre me traía y me llevaba a los entrenamientos y con el correr del tiempo desarrolló una buena relación con mi hijo, que esos momentos tenía 3 o 4 años. El uruguayo tenía tres nenas y adoptó al mío como si fuera su hijo».
«Don Ángel Zof dos meses antes ya tenía el equipo en mente»
«Don Ángel Zof era un genio. Muchas veces hacía algún cambio y dentro de la cancha nosotros nos mirábamos sorprendidos por lo que había hecho. Y con esa variante dábamos vuelta los partidos. Tenía una inteligencia y una intuición bárbara. Le gustaba siempre jugar con el mismo equipo y hacía pocos cambios. En esa temporada salieron bien las cosas y sacamos muchos puntos, sobre todo en la segunda rueda, que nos permitió salir campeón».
«Cuando llegué Zof me llevó a cenar. No conocía a nadie del club, salvo a Pablo Scarabino, que había ido a Córdoba. Fuimos a una parrilla donde estaban Fosatti y los dirigentes. Y al terminar la cena empezó a armar el equipo con los vasos y las botellas que había en la mesa. Decía que acá iba a jugar Ud, acá “Palmita” y hacía toda la parte táctica. Tenía ya en mente el equipo dos meses antes de empezar el torneo».
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La afinidad con Omar Palma y día que casi se va del club
«Jugar con el Negro Palma fue muy sencillo. Un futbolista muy inteligente, ganador y que le gustaba jugar muy bien al fútbol. La sociedad se armó en la segunda parte del campeonato, porque yo al principio no jugaba. Omar empezó a jugar de 10, porque antes lo hacía de 8 o de 5. Yo me había lesionado otra vez, estuve algunos partidos afuera, después me enojé porque no quería jugar en reserva y luego volví a jugar en primera ante Talleres cuando ganamos 4 a 1 en el Gigante. Hasta que llegó un encuentro contra Español que perdimos 3 a 0 de visitante con baile. Zof me puso de 9 y ni la toqué. Al partido siguiente Don Angel me dijo que tenía que jugar de 10, pero a Palma no lo iba a sacar. Yo me quería ir porque no jugaba. Y en una práctica se lesionó el Camello Di Leo que jugaba de 4 y lo bajó a Hernán Díaz, que jugaba en esa posición para que yo juegue en la mitad de la cancha. Yo le dije a Palma que él se quedara con la 10, yo agarraba la 8 y nos íbamos a divertir. Y así fue».
El dolor por el fallecimiento del Negro
«El fallecimiento de Palma fue muy doloroso porque nadie lo imaginaba. En las últimas dos juntadas que se hicieron, Omar no había podido ir. Hacía mucho no lo veía. Fue un golpe muy duro. Es difícil de decir qué hubiese pasado si Palma se quedaba a jugar la Copa Libertadores. Que perdimos contra Independiente en un partido que nos robaron y donde clasificaba solo el primero del grupo. Obvio que hubiésemos tenido más chances porque el Negro era un pilar. Pero apareció Jorge Díaz, nos tratamos de acomodar y fuimos competitivos».
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Los partidos que más recuerda del titulo de 1986/87
«Uno de los partidos que más recuerdo del torneo que salimos campeones en 1986/87 fue el que jugamos contra Racing de Córdoba de visitante porque fue la primera vez que me tocaba enfrentar a mi exequipo. Ganamos 4 a 1 y anoté tres goles. Fueron tantos que sirvieron para la parte final del campeonato porque ganar en Córdoba no era fácil y nos dio empuje. Y el otro, a pesar de que salí lesionado al comienzo del partido y no lo vi porque estaba en el vestuario, fue el día del título ante Temperley. Nos dimos cuenta de que estábamos para campeones cuando ganamos partidos importantes de visitante como con Racing de Córdoba, Talleres y Argentinos Juniors. El equipo estaba consolidado y atacábamos siempre priorizando el buen juego. Estábamos casi juntos con Newell’s en la tabla, pero siempre teníamos la ventaja nosotros. Los que no nos vieron jugar se preguntan quién marcaba. Solo lo teníamos al Chiqui Cornaglia que equilibraba un poco, pero había defensores como Hernán Díaz, Bauza y Pedernera que se iban al ataque. El único que se quedaba era Jorge Balbis. El secreto del equipo era que nos tenían que marcar a nosotros».
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La gran relación con Edgardo Bauza
«Con Edgardo Bauza ya fuimos compañeros en Junior de Barranquilla. Era compartir un equipo con un líder. Cuando yo fui a Colombia, él ya estaba y salimos campeones. Ahí ya se veía que tenía pasta de técnico ya que anotaba y preguntaba todo. Luego pudimos repetir el título en Central. Lo que hizo Central de haber ascendido y salir campeón en la temporada siguiente es único en la historia. Creo que es muy difícil que vuelva a ocurrir. Cuando se empieza un torneo siempre el sueño de todos es salir campeón. Era complicado ya que veníamos de Primera B y era una nueva categoría a pesar de tener jugadores de primera división. Siempre soñamos en grande y nos tocó».
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La pelea de Talleres con la AFA
«Talleres está viviendo el título como cualquier equipo del interior que sale campeón. Siempre luchamos contra Buenos Aires y hoy Talleres tiene un enfrentamiento de su presidente Andrés Fassi con el presidente de AFA. Creo que eso fue lo que más le dolió a Tapia al entregarle la copa de campeón porque estamos en un campeonato que no hay en el mundo. Un torneo largo de 30 equipos que no existe en ninguna parte del planeta. Como Fassi le dice que eso no es bueno, pero se ve que para AFA sí lo es, nadie dice nada porque todos tienen miedo de votar en contra porque si no te mandan los árbitros en contra. Pero creo que eso es un mito porque si no Talleres no hubiese salido campeón. Hay que acabar con ese miedo y volver a la coherencia de 20 equipos en la A y 20 en segunda división, y terminar con esa masacre de jugar partidos todos los días. Es raro además que Futbolistas Argentinos Agremiados no aparezca por ningún lado siendo que hubo partidos en Santiago del Estero con 45 grados a las 17 horas. Los clubes tienen que recapacitar y por eso es bueno el título de Talleres”.
Su opinión sobre las Sociedades Anónimas Deportivas
«Acá en Córdoba nadie directamente haría una Sociedad Anónima Deportiva. Cualquier club que le venga una ayuda económica a cambio de algo, el que viene a invertir corre un riesgo y quiere tener su beneficio. Lo veo positivo siempre y cuando sea dentro de los clubes. Hay muchas instituciones que no se sabe de dónde sacan el dinero. Como por ejemplo Camioneros que van 10 personas a la cancha. Riestra y Barracas Central tienen mil hinchas. Si vienen a colaborar es loable. Hay muchos que se escudan en que los clubes son de los socios y sin fines de lucro. Yo estoy de acuerdo con que venga gente a aportar dinero para la mejoría de los clubes».
La ficha de Roberto Gasparini en Central
Nombre completo: Gasparini, Roberto Daniel
Apodo: Pato
Lugar y fecha de nacimiento: Ciudad de Córdoba, 5 de enero de 1958
Puesto: Mediocampista
Debut oficial en Central: 3 de agosto de 1986, vs. Independiente 2-4 (L)
Último partido oficial en Central: 12 de junio de 1988, vs. River Plate 0-1 (V)
Partidos jugados: 69 (27 PG-29 PE-13 PP) (Titular: 64-Entró: 5-Salió: 12)
Goles: 16
Penales ejecutados (sin contar definiciones): 6 (4 convertidos-1 atajado-1 desviado)
Expulsiones: 0
Etapas en el club: 1986-88
Títulos: Campeonato de Primera División 1986-87
Trayectoria: Tras jugar en Racing de Córdoba (1978-85 y 1986) y Junior de Colombia (1985-86), llegó al canalla a mediados de 1986, con el cuadro auriazul recién retornado a la Primera División tras haber perdido la categoría en 1984 y logrado luego un rápido ascenso. Luego de Central prosiguió en Necaxa de México (1989-90), Tigres de México (1991-93), Monterrey de México (1994), Talleres de Córdoba (1995), Estudiantes de Río Cuarto (1995) y Racing de Córdoba (1996-97, fue también DT en esos primeros meses de 1997).