Aquí el aplauso va siempre para los jugadores, que se mueven desde el corazón para generar oportunidades que de otra manera serían imposibles, pero también hay mérito de la dirigencia para negociar con sus tiempos y sin desesperarse, incluso cuando la situación parece comprometida
Por David Ferrara
«Está claro que se manejan cifras alocadas para lo que es Central, que es feo negociar desesperado por la ilusión y presión de la gente, pero sí es el momento de romper el chanchito, nadie lo recriminará. Es tiempo de ir por todo», fue el cierre de la pasada columna canalla desde la tribuna, porque más allá de la bronca por la eliminación de la Copa Argentina, la situación pedía una gran apuesta.
Aquí el aplauso va siempre para los jugadores, que se mueven desde el corazón para generar oportunidades que de otra manera serían imposibles, pero también hay mérito de la dirigencia para negociar con sus tiempos y sin desesperarse, incluso cuando la situación parece comprometida.
La llegada de Ángel Di María fue un acontecimiento impresionante, que terminó de poner en foco las aspiraciones de un equipo que como antecedente inmediato tiene el haber sido el mejor de los 30 equipos en el pasado torneo a la hora de sumar puntos y también buenos momentos de juego. Pero había que terminar de acompañarlo en un puesto que no pudo cubrir desde que Alejo Veliz partió. y Alejo Veliz viene a ocupar ese lugar, esa propia ausencia.
Desde de la Tribuna: A romper el chanchito para acompañar a Ángel – EL CIUDADANO
Ahora viene el otro desafío, el que siempre es el más complicado y al que llegará repleto de obligaciones y expectativas, lo que será también sinónimo de presión. Pero claro, es una gran presión, la que todos desean, y tendrá armas valederas y de jerarquía para afrontarlas.
Hacer todo lo que se puede desde afuera para que después adentro las cosas funciones. Ahora comenzará esa tarea, la de meterla en el arco rival. La gente, como siempre, estará para acompañar.