El Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina, en su undécima edición, reveló que durante 2024 se contabilizaron 247 víctimas letales de violencia de género en todo el país. A partir de datos enviados por todas las jurisdicciones, el informe de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema indicó que hubo 228 femicidios directos y 19 vinculados, una cifra que vuelve a exponer la persistencia de la violencia machista.
Según el informe, de las víctimas directas, 220 eran mujeres cis y 8 mujeres trans o travestis. Esto implica que, en promedio, se cometieron más de 18 femicidios directos por mes.
Al estudio se desprende que hubo una víctima directa cada 39 horas y, sumando los casos vinculados, una persona murió por violencia de género cada 36 horas. Una cifra alarmante y persistente.
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La tasa de femicidios directos fue de 0,95 cada 100.000 mujeres. A partir del análisis, en al menos el 86% de los casos la víctima conocía al agresor, ya que el 54% mantenía una relación sexoafectiva, como pareja o ex pareja; en el 16% eran familiares, y en otro 16% existía otro tipo de vínculo. Solo en el 9% víctima y agresor eran desconocidos.
Además, el informe detalla que 96 víctimas directas tenían bajo su cuidado a 204 niñas, niños o adolescentes. También indica que en casi la mitad de los casos ya existían antecedentes de violencia doméstica o de género, y en al menos el 12%, los femicidas habían ejercido violencia contra otras personas en el pasado.
Incluso, respecto a la nacionalidad de los agresores, el 88% eran argentinos y al menos un 11% de origen extranjero.
Después de cometer el hecho, 41 femicidas se suicidaron, 13 lo intentaron, 85 se dieron a la fuga, y 76 intentaron ocultar su responsabilidad.
Los métodos más frecuentes fueron:
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Fuerza física: 86 casos (36%)
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Armas blancas: 67 casos (29%)
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Armas de fuego: 46 casos (20%)
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Fuego u otros combustibles: 13 casos (6%)
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Venenos o sustancias tóxicas: 5 casos (2%)
Además, 36 víctimas directas estuvieron desaparecidas o fueron reportadas como extraviadas antes de hallarse sus cuerpos. La mayoría de los crímenes ocurrieron en viviendas (79%), mientras que el 9% sucedieron en espacios públicos.
Sobre la ubicación, el 84% de los femicidios ocurrieron en zonas urbanas, y el 14% en zonas rurales.
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El informe también relevó otras situaciones que atravesaban las víctimas:
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Algunas eran migrantes (internacionales, interprovinciales o intraprovinciales).
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Al menos 5 tenían discapacidad, 3 estaban embarazadas y 3 eran lesbianas o bisexuales.
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12 estaban en situación de prostitución y 2 vivían en la calle.
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2 eran indígenas o descendientes de pueblos originarios.
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4 enfrentaban problemáticas de salud mental y 29 tenían consumo problemático de sustancias.
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10 femicidas formaban parte de fuerzas de seguridad.
Para quienes necesiten ayuda o quieran denunciar casos de violencia de género, está disponible el Línea 144, un servicio gratuito y confidencial que funciona las 24 horas.
MVS / Gi