Con voz tranquila pero visiblemente conmovida, Mariana Fabbiani reapareció en su programa DDM, que se puede ver en las tardes de América, y abrió su corazón como pocas veces. «Estuve casi muerta», dijo, y dejó a todos sin palabras.
Tras varios días de ausencia (fue toda la última semana), la conductora explicó los motivos de su alejamiento y dejó helado al panel: sufrió un cuadro de salud gravísimo que la dejó al borde del colapso total.
“Estuve muy mal, realmente casi no la cuento”, confesó apenas arrancó la emisión, sin vueltas y con la honestidad que la caracteriza. Fabbiani relató que el problema comenzó de manera inesperada y que todo se complicó en cuestión de horas. “Fue un virus muy fuerte que me atacó con todo. No podía moverme, no podía hablar… sentí que me apagaba”, reveló.
Durante varios días, Mariana permaneció aislada y sin poder alimentarse correctamente. “Ni agua podía tomar. Estuve muy débil, con fiebre, sin fuerzas. No me había pasado nunca algo así”, aseguró. También detalló que necesitó tratamiento médico intensivo y seguimiento constante para evitar que su situación se agravara aún más.
MARIANA FABBIANI: «ME SENTÍ AL BORDE DE TODO»
En el estudio se hizo un silencio absoluto mientras la conductora contaba que por momentos pensó que no salía. “Te das cuenta de lo frágil que es todo. Sentís que no controlás nada”, expresó, con lágrimas contenidas. Y aunque ya está de vuelta en pantalla, admitió que todavía no está al cien por ciento: “Me estoy recuperando, de a poco. Pero estoy viva y eso es lo importante”.
Fabbiani también se mostró agradecida con su familia, que estuvo a su lado todo el tiempo. En especial, mencionó a su marido Mariano Chiade y a sus hijos, que —según contó— se asustaron muchísimo al verla tan deteriorada. “Mi hija me decía ‘mamá, te vas a poner bien’. Y eso me daba fuerza”, recordó con ternura.
Además, quiso destacar el respaldo de sus compañeros del programa y del canal, que entendieron la gravedad del tema y no la presionaron para volver antes de tiempo. “Les agradezco de corazón. No todos tienen la suerte de trabajar con gente tan humana”, dijo, conmovida.
Si bien no quiso dar detalles técnicos sobre el diagnóstico exacto, Mariana dejó en claro que fue algo serio. “No fue una gripe ni un resfrío fuerte. Fue un virus que me tumbó. Nunca me había sentido así en mi vida”, repitió.
Sobre el final del programa, la animadora reflexionó sobre lo vivido: “Me hizo valorar más la salud, el tiempo, lo simple. A veces vamos corriendo, cumpliendo con todo, y no escuchamos al cuerpo. Yo no paraba nunca. Y el cuerpo me dijo: ‘basta’”.
Y cerró con una frase que emocionó a todos: “Estuve casi muerta. Pero ahora estoy acá. Y tengo más ganas que nunca de vivir”.