Qué es de la vida de Ricardo Lunari? De la decepción por el trato en Newell’s al Concejo Municipal

«Me llevé una decepción muy grande en el trato personal. Cuando me despidieron de Newell’s ni siquiera me llamaron». El dolor se le nota en el rostro de Ricardo Lunari más allá de que pasó el tiempo de su salida. Pero el gusto amargo que le quedó es no el hecho de haber dejado la primera división, sino el ser marginado de la entidad y sin recibir una explicación o, al menos, tener un contacto desde la dirigencia. A pesar del tiempo transcurrido, la herida quedó y la búsqueda está en cicatrizara porque entiende que «son cosas que pasan en el fútbol». Y hoy su cabeza está puesta en la nueva función que tendrá a partir de diciembre integrando el Concejo Deliberante de su pueblo (o ciudad ahora) San José de la Esquina. Su historia en el fútbol, el amor a la U. Católica y Millonarios (Colombia), la relación con Marcelo Bielsa y su futuro en el fútbol fueron tratados en el mano a mano en su «casa», el club Centenario.

Embed – ¿Qué es de tu vida? Ricardo Lunari

Lunari conserva intacta esa humildad pueblerina y recibió a Ovación en su refugio de toda la vida, la ciudad ubicada a 140 kilómetros de Rosario. Mostró en su casa la gran colección de camisetas con una de mucho valor como la «10» de la selección argentina que lució Diego Armando Maradona. Y en el mientras tanto contó lo que es de su vida en la actualidad. «No renové mi contrato con Newell’s ni me lo propusieron. Me quedé un tiempo en el club, no sabía bien realmente qué iba a hacer. Y bueno, ahora me metí en algo que deseaba que era la política. Pienso que es una herramienta muy linda para lograr cosas para la gente de mi pueblo. Fui electo concejal y a partir del 10 de diciembre vamos a a conformar por primera vez en la historia el Concejo Deliberante de San José de Esquina, ya que mi pueblo siempre fue pueblo y hace un año fue de declarado ciudad por el gobierno provincial», reseñó el exjugador en una extensa charla realizada en el campo de juego del Auriazul, el club donde debutó en primera con apenas 15 años y con el que consiguió dos títulos (seis en total a lo largo de su carrera).

-Algo totalmente diferente para lo que fue toda tu vida metida en el fútbol. ¿Dejaste la dirección técnica o pensás que en un futuro podés retomar o te vas a dedicar a la política directamente?

-No sé tampoco si me va a gustar la política. Siempre tuve la ilusión de poder conseguir cosas para mi pueblo para que estemos mejor, para mejorar un montón de situaciones que se pueden mejorar. Creo que hay que involucrarse, entonces como tenía el tiempo, las ganas y creo que es un buen momento a esta altura de mi vida para hacerlo. No sé qué va a pasar porque si me decías cuatro meses atrás cuando me tocó dirigir la primera Newell’s si pensaba ser político te hubiera dicho «ni loco». Y bueno, la vida te va llevando para un lado y para el otro. No descarto algún día volver al fútbol, pero ahora mi compromiso es con la gente de San José. Son cuatro años y por ahora el fútbol está totalmente de lado y no hay ninguna posibilidad de que en los próximos cuatro años trabaje en el fútbol.

-El ambiente del fútbol no es fácil, es muy complicado, pero la política también. Te metés en un lindo baile.

-Sí, complejo. La verdad que esos son todos los consejos que he recibido de todo el mundo, que estaba loco. Incluso, también hubo algunos reclamos de mi familia.

-Capaz que ni te votaron, ja.

-Uno de mis sobrinos no me votó en la primera elección porque pensaba que si no me iba bien no me presentaba. Después en la segunda vuelta, como me había ido bien, decidió votarme. Pero no es fácil porque en San José siempre me encontré muy a gusto. Me tocó ser el estandarte de San José de la Esquina durante un tiempo cuando jugaba en Católica. Todo el pueblo era hincha de ese club. Cuando fui a Millonarios de Colombia pasó lo mismo. Era una persona que trataba de llevar el nombre del pueblo a todos lados. La gente me dice eso de que arriesgo todo ese capital de afecto que tengo porque en la política en algún momento habrá personas que no estará de acuerdo. No importa, yo si logro algo para mi pueblo va más allá de ese cariño. Voy a poner en riesgo ese crédito, puede ser, pero no le temo porque las intenciones que tengo son las mejores. No necesito de la política para vivir, yo vivo de otras cosas. El hecho de no estar necesitado económicamente me hace actuar con tranquilidad sabiendo que no me voy a ensuciar las manos por nada.

>>Leer más: El exjugador y ex-DT de Newell’s Ricardo Lunari arrasó en las elecciones de San José de la Esquina

Ricardo lunari

«Quería ser recordado como un gran DT»

-Uno compara esto con ídolos de Newell’s que fueron técnicos y las cosas no salieron bien. Es como que arriesgaron esa idolatría.

-Sí. Lo que pasa es que eso siempre lo sentí, pero lo explico de esta manera. No me puedo quedar con lo que hice en el pasado. Eso no se borra más. El riesgo es que la gente que a lo mejor me quiso como jugador no me quiera como entrenador, pero lo que hice como futbolista, los títulos, las vueltas, las fotos del equipo campeón, eso no lo borra nadie. Entonces, siempre aposté por más, es decir por el desafío, por arriesgar. En lugar de quedarme con ese cariño y afecto que la gente me brindaba, siempre digo vamos por más. No sólo quería ser recordado como un exjugador de Newell’s campeón, quería ser recordado como un gran entrenador de Newell’s y ese sueño aún lo tengo porque no lo cumplí. Entonces, en un futuro no sé si lo voy a lograr, pero no tengo miedo a enfrentar nuevos desafíos pensando que si hago esto puedo perder lo otro.

-¿Te fuiste dolido en tu última etapa en Newell’s?

-Sí.

-¿Con la dirigencia, te decepcionó?

-Sí. Me llevé una decepción muy grande en el trato personal que tuve con el presidente, Ignacio Astore, porque lo apreciaba. Mucha gente no me no había hablado del todo bien de él y lo defendí siempre. Y después, lamentablemente, no sentí que me trató de la misma manera, no fue un ida y vuelta. Y bueno, cuando me despidieron de Newell’s ni siquiera me hablaron. No me llamaron, no me dijeron: «Estás despedido, no queremos que siga». A mí en el último partido que dirigí en la en La Plata contra Gimnasia el Mago Capria me dijo: «Bueno, hasta acá llegamos, tenemos que terminar con el proceso, vamos a buscar otra cosa». Perfecto y le pregunté: «¿Pero qué hago ahora? Porque se había hablado de si volvía a la reserva. Me contestó: «No, ahora lo de la reserva no. Ya pasaron varios partidos y los chicos están con otro DT». Lo entendí, pero «qué hago?». «Por ahora tomate unos días y nosotros nos comunicamos con vos». Y nunca más. Hasta el día de hoy, que pasaron más de ocho meses, nadie me llamó. Ni Astore.

>>Leer más: Ricardo Lunari será el nuevo entrenador de Newell’s

-¿Y cómo siguió todo?

-Un día me llamó un abogado del club y me dijo: «Me piden que vengas a firmar la rescisión del contrato». La respuesta fue: «¿cómo voy a rescindir si todavía no hablé con ellos?». Entonces me dijo que necesitaban la rescisión porque no podían inscribir al nuevo entrenador. Así que fui, la firmé y me vine al pueblo. Después de un año y 8 meses que trabajé en las inferiores y que me fue muy bien quedé sin nada. Arranqué un camino para llegar a la primera Newell’s a través de la quinta. Tuvimos la suerte de ser campeones, estuve en la reserva y demás hasta dirigir en primera. Pero siempre pensé que volvía. Pero bueno, son las reglas del juego y sabía que podía pasar. Duele irse, no sé si por la puerta de atrás, pero por lo menos por la ventana. Cuando me llamaron me dijeron: «Ricardo, te necesitamos. Newell’s te necesita y tenés que agarrar». Y cuando me fui nadie me dijo: «Ricardo, no salió, pero lo intentaste, te agradezco». Nada, se terminó. Me sentí como un vasito descartable y no era la relación que tenía con Astore. Creo que por el diálogo que teníamos me merecía por lo menos un llamado.

Ricardo Lunari

Los refuerzos de la mano de los directivos

-Viendo desde afuera y observando pasar tantos técnicos hay una duda en torno a la búsqueda de refuerzos. Algunos son pedidos por el técnico y otros tantos no, sino que los traen los dirigentes. ¿Es así, la dirigencia pone futbolistas?

-Sí, sin que el técnico los pida. Te llegan y te dicen: «Traemos a tal jugador». Pero si no lo quiero, si no lo pedí, si no son los que necesito no les importa, ya está. Es un jugador más del plantel. «Ponelo o no lo pongas, pero va a estar en el plantel». Eso eso pasa mucho. A mí no me tocó nunca. En Newell’s estuve con el ciclo ya iniciado. Entonces no afronté esa experiencia, pero sí me pasó en Colombia, en Chile, en Bolivia, en todos los lugares donde me tocó dirigir. Uno aprende con el tiempo que esas cosas pasan y que por más que quiera cambiarlas son las reglas del juego impuestas. No están escritas en ningún lado, pero uno sabe que tiene que aceptar y hay que llegar a un consenso. Lamentablemente no es todo lo que yo diga, sino que los dirigentes vienen y te dicen: «Lo que pasa que este jugador, este representante…». Hay unos negociados tan grandes por abajo que la gente no sabe, la gente va y mira lo que ve en la cancha.

-Fuiste campeón dos veces con Bielsa como técnico y sos uno de los pocos tipos que he escuchado hablar con mucha sinceridad sobre el Loco y contar que tu relación no era muy cordial.

-Sí, compleja porque por la posición que jugaba y por cómo él quería que el jugador juegue. Es decir, Marcelo te pedía la máxima entrega posible, la máxima exigencia, pero después quería que juegue bien. Entonces, llegaba a un momento que físicamente no me daba para correr a todo el mundo hasta el área, él quería que corramos hasta esa zona, quería que seamos como Hakimi (PSG), que vos lo ves que juega de defensor y está en ataque. Él siempre me dijo que veía que me podía podía sacar más exigiéndome de esa manera, pero era una relación bastante difícil.

-¿Te le plantabas vos?

-No, no lo hacía porque era muy chico y él tenía una personalidad muy fuerte. A Marcelo lo tuve desde los 15 años, entonces lo conocía. Lo llevaba bien, pero era duro el trato. Como entrenador nunca más volví a tener un tipo con esa capacidad, uno que veía más allá de lo que observaba la gente.

-En Católica sos un tipo muy reconocido, ídolo, la gente en general de Chile te quiere. ¿Es por eso que lo recomendaste para que sea técnico de la selección?

-Sí, no sé si lo recomendé, pero sí hice el primer contacto. Lamentablemente en ese momento yo estaba trabajando con él y se fue a Chile y no me llevó. Tampoco supe porqué. Pero bueno, son esas cosas…

-Pero vos sugeriste su nombre y no te llevó. Es raro.

-Yo hice el nexo, nada más. Lo que me llama la atención es que trabajaba con él, sabía que en Chile me querían mucho, que no iba a haber problemas en llevarme y convocó a chicos que no estaban trabajando con él directamente como el Toto Berizzo y el Colo Alfredo Berti. Ojo, sin menospreciarlos a ellos. Es una cuestión personal de Marcelo, ¿por qué no me lleva a mí y lleva a otros? A lo mejor no me vio talento, no observó condiciones para poder ayudarlo. Fue uno de los momentos más duros de mi vida en el fútbol.

La decepción con el Loco Bielsa

-¿Te decepcionaste?

-Sí, porque estaba convencido que iba a ir a trabajar con él.

-No todos aguantan estar a su lado.

-No es fácil. Lo que pasa es que uno hace el esfuerzo de trabajar con él por todo lo que te enseña. Por lo que vas a aprender, porque es una persona con una capacidad increíble y que siempre te sorprende. Creo que todos los que están a su lado buscan eso.

-Hay algo que hace ruido. ¿Es tan necesario estar 24 horas viendo videos, viendo tantas imágenes, tantos partidos? No existe la vida para una persona así.

-Sí, pero creo que eso es una elección, ya es una manera de ser. Yo pienso como vos, jamás postergo mi vida y sobre todo mi familia por el fútbol. Nunca lo hice. Cuando nació mi hijo estaba concentrado y Marcelo me dio permiso para poder ir al nacimiento. Creo que hay prioridades en la vida, pero son las mías y para él seguramente puede ser el fútbol. Entonces, no lo juzgo mal porque cada uno es como es.

-Jugaste en Colombia, México, España, en diversos clubes. ¿Dónde la pasaste mal?

-La verdad que la pasé bien en todos lados. En el único lugar donde no estuve bien porque no jugaba fue en Salamanca. Tenía un contrato espectacular, vivía en un lugar hermoso, la ciudad era preciosa, pero no jugaba y no estaba feliz. Lo tuve a Miguel Russo unos meses porque después lo despidieron por falta de buenos resultados. Hubo cambio de técnico y no jugué nunca.

-Hay un equipo que llegaste en el final de tu carrera en Italia, Guspini Calcio. ¿Cómo llegaste a ese club?

-Es un pueblo muy parecido a San José de la Esquina con cerca de 10.000 personas. Era como jugar en una liga de la zona. Estaba jugando en Centenario y salió la posibilidad de ir a ese club que era como una sexta división del fútbol italiano. Tenía 33 años y decidimos con la familia ir a vivir a Italia. Era en la isla de Cerdeña, un lugar extraordinario. Así que estuve como nueve meses. Una experiencia linda. En el aspecto futbolístico no nos fue bien, no le ganamos a nadie. Mis compañeros uno trabajaba en la lotería, el otro vendía cosas, otro era mecánico…

-¿Cómo fue tu experiencia en Colombia, porque viste que hay muchas historias vividas por diferentes jugadores?

-No viví nada complicado. Colombia es una cosa hermosa, es un lugar espectacular para vivir, para estar. La gente es maravillosa. A mí me tocó jugar en el equipo más grande, aunque se enoje la gente de Nacional de Medellín. Para mí el más grande siempre va a ser Millonarios y con una hinchada increíble. Jugué solamente 5 meses, pero me fue muy bien, hice 10 goles, salimos subcampeones con los mismos puntos que el campeón y perdimos por una diferencia. Encima, me llevaron a ser el técnico, estuve 1 año y la pasé muy bien. No logramos el campeonato que hubiera sido la cereza del postre. Volvería a Colombia porque te convierte en una persona más feliz. Lo mismo me pasa con Chile, que es mi segunda casa.

-En Católica siempre te fue bien y te recuerdan mucho.

-Es una satisfacción enorme seguir recibiendo el afecto de la gente a pesar del paso del tiempo. Siempre se acuerdan de mí en el aniversario del título. Sinceramente es otro lugar en el que seriamente pensé que podía llegar a a quedarme a vivir a través de un trabajo. Siempre soñé y tuve la ilusión de trabajar en Católica. No se me dio nunca, a lo mejor en el futuro. Pero es uno de los lugares donde más feliz soy y donde me gusta volver.

-Cuando repasás tu carrera importante y que viviste muchas cosas, ¿qué cosa decís que te faltó?

-Jugar en la selección argentina. Aunque sea un partido, un amistoso contra Haití, con cualquiera. Hubo una época en la que Diego Maradona era el técnico de Argentina y probaba muchos jugadores del país. Me hubiese gustado tener una chance. Siempre en mi puesto había grandes jugadores, porque yo soy de una época en la que la selección estaba Diego Latorre, el Turco Mohamed, Redondo, eran esa clase de futbolistas en la que no había chances. Pero sacando eso que no se dio, nada más le puedo pedir a Dios y a la vida. Fui campeón, descendí, o sea me tocó lo máximo y lo peor. Jugué en 11 países diferentes, recorrí el mundo, conocí mucha gente, muchos idiomas… Fue una excursión muy linda por el fútbol. Jamás me imaginé todo esto. Mi sueño era debutar en Centenario, en la primera y después hacerlo en Newell’s. Y con todo lo que vino después fui muy premiado.

La particular historia de la camiseta de Centenario

La casaca del Club Centenario, fundado en 1914, lleva los colores de Central y la elección de la misma no fueron con esos colores, sino otros. «La mayoría de los fundadores de la entidad eran hinchas de Newell’s, hubo una votación y se determinó que la camiseta iba a ser la de Newell’s. El comisionista que fue a comprarlas a Rosario era hincha de Central». inició el relato Lunari.

luna5

«A la vuelta llegó con la novedad que no había de Newell’s y entonces trajo las de Central, por eso Centenario se quedó con esos colores. Un atorrante el tipo, ja. Son cosas que suceden en la vida, pero lo más importante es que en esta cancha debuté a los 15 años. En mi carrera gané dos campeonatos con Newell’s, uno con Católica y el campeonato 2001 con Oriente Petrolero de Santa Cruz de la Sierra. Y con los dos de Centenario conseguí seis títulos».

Más Noticias

Noticias
Relacionadas

San Lorenzo y Tigre van por un lugar en cuartos

02/08/2025 15:01hs.El San Lorenzo de Damián Ayude y el...

Dos ladrones balearon a una cajera de un supermercado de La Plata

Ocurrió durante un robo. La mujer debió ser trasladada...

Hood Robin: afirman que Milei pagó más de intereses de la deuda externa que de jubilaciones

En 600 días de gobierno, el gobierno de...

El significado de ordenar los billetes de $1000 «cabeza con cabeza», según los expertos

Los cajeros bancarios suelen pedir a los...