Milei y una acumulación de enemigos


Milei construye una minoría a su favor y una mayoría en contra. Editorial de “El Círculo Rojo”, programa de La Izquierda Diario que se emite todos los sábados de 12 a 14 por Radio Con Vos 89,9.

Sábado 7 de junio 12:49

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  •  A esta altura es evidente que a Javier Milei y a la camarilla que gobierna no le interesa ampliar las bases sociales o políticas de su coalición e ir conformando una mayoría que le permita estabilizar su gobierno en base a alguna forma de consenso.
  •  Como artefacto de poder sigue otra lógica distinta a lo que conocimos hasta ahora y es similar a las que vemos en extremas derechas que gobiernan en otras partes del mundo:
  •  Consideran que la representación de los sistemas políticos tradicionales está estallada, está detonada, no existe más. Que de esos sistemas políticos sólo quedan restos y a ellos con una minoría bien consolidada les alcanza para avanzar hacia sus objetivos económicos y políticos que pueden sintetizar en la instauración de un orden que responda 100% a las leyes del mercado.
  •  Se basan en elementos que están presentes en realidad, en núcleos de verdad porque los partidos políticos tradicionales están en crisis y no se recompusieron a la hora de enfrentar al “fenómeno Milei”. No, el “fenómeno Milei” los puso más en crisis aún y los intentos de diálogo con la época, de tratar de conectar con lo que creen que es un nuevo espíritu de los tiempos, en general, se basan en buscar en qué tenía razón Milei, al margen de marcar de muchas maneras aspectos en los que está equivocado. El razonamiento implícito es el siguiente: era necesario un ajuste, no nos gusta cómo lo hace Milei, pero era necesario. De esta manera, ya están discutiendo en el campo de Milei, no el contenido, sino la forma.
  •  Esto condujo a los más “opositores” a ensayar discursos en los que intentan tocar la música que, presuntamente, inauguró Milei y a los más colaboracionistas, directamente los llevó a garantizarle la gobernabilidad, una tarea que quirúrgicamente siguen haciendo hasta hoy. Ejemplo comisión $Libra.
  •  Si a esto le sumamos que los dueños del país estuvieron todo este tiempo alineados con Milei porque tiene básicamente un proyecto que postula darle todo el poder a los dueños, tenemos el “secreto” por el cuál mantiene su poder y su estabilidad.
  •  En esto se da una especie de profecía autocumplida: como Milei expresa un nuevo sentido común de época, yo tengo que adaptarme a ese sentido común y al apartarme a ese sentido común, ayudo a Milei.
  •  Por eso Milei y sus ideólogos creen que les alcanza con una minoría intensa (a la que alimentan con “batalla cultural” de derecha) para avanzar en el medio de la confusión general, la frustración por todos los proyectos anteriores fracasados, de la impotencia del sistema político y el colaboracionismo de gran parte del movimiento sindical.
  •  Así pasó un año y medio de administración libertariana. Hasta acá podría decirse que “todo marcha acorde al plan”.
  •  Los dueños del país lo apoyan, los opositores lo ayudan y el FMI le financia el dólar barato o planchado que mantiene controlada la inflación y que lleva en una primera etapa a cierta valoración positiva frente al desquicio inflacionario de la Argentina, históricamente, y especialmente en los últimos diez años.
  •  Perfecto, pero ¿cuál es el único “problemita” o el “talón de Aquiles” de este esquema?: la sociedad en general y especialmente los que están directamente afectados por el plan económico de Milei y también aquellos que rechazamos su ideología retrógrada y reaccionaria.
  •  Lo sorprendente, lo nuevo en las últimas semanas o el último mes es que cada vez más amplios sectores de todo ese universo están logrando expresarse más allá de la pasividad de las superestructuras políticas y sindicales. Esto llevó a que varios medios o publicaciones comiencen a hablar de la “resistencia”. Es más, El Dipló, le dedicó la tapa a la pregunta: ¿Dónde está la resistencia a Milei? (de hecho, escribí un artículo para esta edición de junio).
  •  Hablamos de movilizaciones y huelgas históricas en Tierra del Fuego donde peligran miles de puestos de trabajo o del Hospital Garrahan en la que las condiciones salariales son miserables; hablamos de docencia catamarqueña que volteó un decreto que proponía regular el ingreso de los docentes como una forma de vaciamiento o también de los docentes bonaerenses que pararon (pese a la conciliación obligatoria) contra Kicillof; hablamos de las personas con discapacidad y de los jubilados (que lograron imponer una votación en el Congreso); hablamos de trabajadores de la alimentación, metalúrgicos que luchan contra despidos o contra el topeo a las paritarias (una disputa que cruza varios grandes sindicatos). Hasta Gerardo Martínez denunció ayer en la OIT (es representante de la CGT ante el organismo internacional) que en Argentina “después del cepo al dólar, vino el cepo al salario” (antes Cavallieri). Y hablamos también de los científicos del Conicet o los referentes de la cultura que luchan contra el vaciamiento del Instituto Nacional del Teatro.
  •  En este escenario de la disputa social, de la relación de fuerzas más profunda, Milei se juega tanto o más que en las elecciones (aunque también esto puede tener su correlato electoral). Porque los financistas de Milei (el FMI) y sus jefes reales (empresarios, “inversores”) no miran esencialmente cuántos diputados o diputadas más suma Milei (de hecho, esta semana se demostró que eso no es garantía de nada porque la diputada Santillán hablando de la inflación fue más un problema que una solución). No, lo que miran los que mandan (los que tienen guita o quieren ponerla en la Argentina) es si el plan es “sostenible”. Y sostenible para ellos es básicamente “sostenible” socialmente (y por lo tanto políticamente).
  •  Por ejemplo, que se haya trabado nuevamente en el Poder Judicial el capítulo de reforma laboral que quiso reintroducir Milei por la ventana en otro decreto, es sintomático que tiene un amplio rechazo social.
  •  Milei y su grupo de alucinados podrán creer que con una minoría de desquiciados pueden llevar a la sociedad a dónde se les cante, pero quizá, sin darse cuenta estén construyendo y sedimentando una mayoría. Una mayoría en su contra.
  • Fernando Rosso

    Periodista. Editor y columnista político en La Izquierda Diario. Colabora en revistas y publicaciones nacionales con artículos sobre la realidad política y social. Conduce el programa radial “El Círculo Rojo” que se emite todos los jueves de 22 a 24 hs. por Radio Con Vos 89.9.

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